Abdelkader B.M., el asesino de Hasna, “sufría de un trastorno psicótico autorreferencial fenotípico crónico por el que debe ser considerado inimputable”, ha argumentado su abogado durante la vista oral celebrada este miércoles por el recurso que ha interpuesto a la sentencia que condena al hombre como autor de un asesinato con alevosía y ensañamiento.
De hecho, el propio letrado no discute las conclusiones del jurado de la Audiencia de Huesca, que en noviembre determinó que Abdelkader sabía perfectamente lo que hacía cuando asesinó a su exmujer. “Este trastorno que sufre hace que los pacientes tengan su propio código moral interno, por encima de la Ley: cuando mi cliente mata a Hasna, entiende lo que hace y quiere que pase, porque actúa a tenor de su código moral y no se siente culpable de lo que hace”, explica el abogado.
Este diagnóstico se remonta a 2018, manifiesta el letrado, y fue corroborado por uno de los médicos forenses del juzgado de instrucción de Barbastro. “Dicha patología se produce en personas sanas e inteligentes y es como una olla a presión que en cualquier momento estalla”, expresó en su momento el médico, “y potencialmente era muy peligroso porque los tratamientos adormecen los instintos, pero no los curan”.
SIN ALEVOSÍA NI ENSAÑAMIENTO
Al igual que hizo la defensa de Rubén Calvo Ropero, el asesino de Katia, hace exactamente dos semanas, el letrado de Abdelkader alega que no hubo ni alevosía ni ensañamiento en el homicidio de Hasna, puesto que “ella era conocedora de la condición psiquiátrica de su exmarido y las primeras puñaladas que le asestó fueron dirigidas a puntos vitales, así que no se puede demostrar que sufriese más allá”.
El 20 de junio de 2021, Abdelkader Abid Allah Ben Moussa se presentó en la vivienda de su exmujer, Hasna, en Barbastro, y le asestó quince puñaladas delante de los hijos menores que tenían en común. Tras la muerte, fue el hijo mayor quien llamó a los servicios de emergencia mientras su padre le animaba a que les dijese: “Diles que tu padre ha matado a tu madre”.
