Comienza el juicio al hijo acusado de matar a su padre a 56 navajazos en La Almozara

Héctor López, de 42 años, se enfrenta a 39 años de prisión por matar a su padre a puñaladas e intentar hacer lo mismo con su madre
Héctor López, en la Audiencia de Zaragoza durante la primera sesión del juicio este martes
photo_camera Héctor López, en la Audiencia de Zaragoza durante la primera sesión del juicio este martes

Héctor López, de 42 años, se enfrenta a 39 años de prisión por matar a su padre a puñaladas e intentar hacer lo mismo con su madre, mientras la familia veía un partido de fútbol en el mes de junio de 2021 en Zaragoza. La Audiencia ha empezado a juzgar este martes el conocido como crimen de La Almozara, un parricidio en el que José Javier López, de 70 años y progenitor del supuesto asesino, perdió la vida a manos de su hijo con hasta 56 navajazos.

Los hechos ocurrieron el 28 de junio de 2021, durante el choque entre Francia y Suiza en la Eurocopa. José Javier, que había vuelto junto a su esposa de su apartamento en Alcossebre (Castellón) porque su propio hijo se lo había pedido ya que no se encontraba bien, seguía el partido sin saber que instantes después y sin mediar discusión, recibiría casi sesenta puñaladas por parte de Héctor que lo dejarían al límite de la muerte en el suelo del comedor.

De acuerdo con el relato de la Fiscalía, Héctor inmovilizó y le tapó la boca a su padre para evitar gritos, así que su madre, que estaba en el dormitorio, no se dio cuenta de lo sucedido hasta que se consumó el hecho. Al ser vista por Héctor, este se abalanzó contra ella y le produjo varias lesiones, pero no llegó a acabar con su vida porque resbaló en un charco de sangre que había en el suelo. Aprovechando la oportunidad, la mujer pudo escapar del domicilio y pedir auxilio. Cuando llegó la Policía Nacional a la vivienda, Héctor había vuelto a asestar varias puñaladas a su padre, se había duchado, se encontraba tranquilo y les dijo que no recordaba nada de lo sucedido.

El acusado se enfrenta a 39 años de prisión de acuerdo con la petición del Ministerio Fiscal por dos delitos: uno de asesinato con agravantes de alevosía y ensañamiento (hacia su padre) y una tentativa de asesinato con alevosía (hacia su madre). La defensa de Héctor reconoce el delito de homicidio, pero pide su inimputabilidad a vista del trastorno de personalidad paranoide crónica del que ha sido diagnosticado en su estancia provisional en la cárcel de Zuera.

ALCOHOLISMO Y RELACIÓN DIFÍCIL CON SUS PADRES

Durante la declaración de Héctor ante el jurado popular, el presunto asesino ha afirmado que sus padres lo tenían “completamente atado y manipulado” y que a sus 42 años no disponía ni de trabajo ni de vida social. De hecho, el acusado sufría de alcoholismo y, antes del crimen, llegaba a ingerir una botella de whisky diaria. Con respecto a lo sucedido, asegura que “tiene un lapsus mental entre el momento del partido y la ducha” y que, en cualquier caso, “por supuesto” se arrepiente del suceso, que ha descrito como “fatídico”.

Por otro lado, Héctor ha manifestado que sus padres “frustraban constantemente” varias de las oportunidades de entrar al mercado laboral y que ellos mismos le compraban el alcohol y lo dejaban en casa. Sin embargo, dice, a su hermana, Noelia, quien también dispone de defensa en el juicio, “la trataban como a una princesa” y por ello ha confesado que guardaba “bastante resentimiento”.

El juicio continuará durante toda la semana con las declaraciones de las demás personas implicadas en el suceso, así como los agentes de policía y los peritos forenses y médicos. Con todo ello, el jurado popular deberá dilucidar si Héctor López es o no culpable de los dos delitos de asesinato, así como en qué circunstancias se produjo.