Sobre las 10.00 horas del pasado jueves, la propietaria de una balsa de riego, ubicada en el término municipal de Épila, dio aviso a la Guardia Civil de la presencia de dos perros que se encontraban atrapados en el interior del agua no pudiendo salir por sus propios medios. Uno de ellos falleció, pero el otro pudo ser rescatado con vida.
Tras la llegada de una patrulla de seguridad ciudadana de la localidad observaron a dos canes dentro del agua, uno de ellos ya fallecido, y el segundo con síntomas de fatiga que intentaba salir de la balsa. Ante estos hechos se trató de rescatar al animal mediante un sistema de cuerdas de seguridad del que disponía la propia balsa, siendo imposible el rescate por este medio debido a la pendiente del talud, de unos 5 metros de altura y la poca adherencia del material aislante de dicho depósito de agua.
Debido a la situación en la que se hallaba el can y el riesgo que corría su vida, ya que estaba fatigado, llegando a hundirse en varios momentos, uno de los agentes se quitó el uniforme y se introdujo en el agua para proceder a su rescate. Tras nadar hasta el lugar donde se hallaba el animal, lo sujetó y trasladó hasta la orilla, donde esperaba el otro componente de la patrulla procediendo a su extracción de la balsa poniéndolo a salvo.
Los agentes alimentaron e hidrataron al animal, que presentaba síntomas de hipotermia, y lo trasladaron al Cuartel de la Guardia Civil de la población donde pudo determinarse que no portaba microchip y se trataba de una hembra de raza Pointer cruzado, con un peso de casi 30 kilos.
Ante esta situación se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Épila, el cual facilitó un lugar habilitado para su cuidado, hasta que fuera recogido por Entidades de Protección de Animales.
