Dos agentes del Greim de la Guardia Civil de Tarazona rescataron ayer a dos senderistas cerca de la cima del Moncayo. Ambos, con conocimientos de montaña y perfectamente equipados, decidieron no continuar con su ruta ante las adversidades climáticas que se presentaban, por lo que solicitaron ayuda para descender con seguridad. Ante las fuertes rachas de viento, fue imposible ejecutar el rescate por vía aérea, por lo que se encargaron, a pie, dos especialistas de montaña. Con la ayuda de arneses y cuerdas de socorro, el rescate fue un éxito y ambos senderistas resultaron ilesos.
El aviso saltó a las 16.00 horas, cuando la Central de Emergencias de la Guardia Civil de Zaragoza (062) recibió un aviso, procedente del 112, comunicando la presencia de dos personas en el Parque Natural del Moncayo que solicitaban ayuda para poder descender debido al empeoramiento de las condiciones climatológicas, con fuertes rachas de viento, que les impedían continuar con seguridad.
De inmediato fueron activados los especialistas del Greim de Tarazona, quienes contactaron vía telefónica con los senderistas para conocer su ubicación exacta y estado físico en el que se encontraban, así como transmitirles una serie de recomendaciones hasta su llegada. Al mismo tiempo los especialistas en montaña verificaron las condiciones meteorológicas de la zona en esos momentos, siendo las mismas 11º de temperatura pero con unas rachas de viento que podrían alcanzar los 60km/h, lo cual hacía una sensación térmica de tan solo 2º.
Con motivo de que estas condiciones empeoraban rápidamente, llegando a niveles de alerta amarilla, y que no era posible la activación del helicóptero para proceder al rescate vía aérea, los agentes decidieron iniciar el ascenso a pie, siendo ésta la manera más rápida para su localización. A las 17.37 horas fueron localizados los senderistas casi en la cima del Moncayo, entre el Cerro de San Juan y el Alto del Corralejo, a unos 2270 metros de altitud. Estas dos personas se encontraban perfectamente equipadas con ropa acorde a la actividad que desarrollaban, con buen estado de salud aunque un poco exhaustas y con hipotermia leve a causa de las condiciones meteorológicas.
Una vez se les facilitó nutrición, hidratación y más prenda de abrigo, los especialistas de montaña colocaron un arnés a cada uno de los senderistas, encordando una cuerda de socorro que se aseguraría a cada uno de los agentes. Tras darles instrucciones sobre cómo afrontar los obstáculos para evitar lesiones o caídas, se inició el descenso que finalizó a las 20.00 horas con el auxilio de las dos personas en perfecto estado. Fueron acompañados hasta su vehículo particular donde se les indicó el recorrido de regreso a su domicilio.
