Rescatan a un corzo a punto de ser arrastrado en el Canal del Cinca

Corzo
photo_camera El animal regresó a su hábitat sin lesiones aparentes.

Un corzo que había caído a las aguas del Canal del Cinca y se encontraba en las inmediaciones de una compuerta que estaba a punto de arrastrarlo, fue rescatado por la Guardia Civil de Barbastro el pasado miércoles. El suceso ocurrió en el término municipal de Peraltilla y tras sacar al animal, que estaba exhausto de nadar a contracorriente, lo dejaron descansar al sol, tapado con una manta térmica para que recuperase su temperatura corporal. Posteriormente regresó a su hábitat sin lesiones aparentes.

En la tarde del miércoles 29 de marzo se recibió un aviso en la Central 062-COS de la Guardia Civil de Huesca, informando que se había avistado un corzo en el interior del Canal del Cinca, en término municipal de Peraltilla y que se encontraba intentando mantenerse a flote y no ser absorbido por la fuerza del agua hacía una compuerta cercana.

EL CORZO SE ENCONTRABA EXHAUSTO Y NADABA A CONTRACORRIENTE

Una vez en el lugar, los agentes valoraron la situación, dado que el corzo se encontraba visiblemente exhausto y nadaba contracorriente, existiendo una compuerta cercana que hacía que el agua hiciera un efecto de succión del animal hacía su interior. En el lugar se encontraba un agente de medio ambiente, el cual les indicó lo arriesgado del rescate debido al poder de succión que tiene el agua en la zona de la compuerta.

Los guardias civiles tomaron la decisión de introducirse en el agua igualmente, pero hicieron uso de unas cuerdas atadas a sus cinturas y a unas barandillas, descendiendo al agua por unas escaleras existentes en un lateral del canal y una vez en el interior del agua, aprovechando un momento que el corzo se encontraba más próximo consiguieron asir una cuerda a la cornamenta del animal, logrando de este modo sujetarlo y tirando poco a poco de él consiguieron sacarlo del canal.

Una vez en la superficie, el animal se encontraba exhausto, por lo que fue depositado al sol y cubierto con una manta térmica, para que recuperase su temperatura corporal, una vez el animal recupero fuerzas y consiguió incorporarse, abandonó el lugar sin lesiones aparentes.