El juez vuelve a sentar en el banquillo al presunto sicario de Caspe, que se niega a declarar

El presunto autor material de los hechos se enfrenta a 14 años y 8 meses de prisión, solicitados por la Fiscalía
En total, la Audiencia juzgará a seis acusados, entre los que se encuentran los presuntos autores intelectuales
photo_camera En total, la Audiencia juzgará a seis acusados, entre los que se encuentran los presuntos autores intelectuales

“Salí del instituto y quedé con un amigo en vernos después, en el gimnasio”. Así relató este martes Kamal M. aquel aciago día de mayo de 2019 en que fue atacado por sorpresa con dos litros de ácido sulfúrico y le desfiguraron el rostro. Al tener la oportunidad de responder a las preguntas de Fiscalía y abogados, su presunto agresor, Aitor G., zanjó: “No voy a responder a nada”.

De poco le sirvió al presunto sicario la estrategia de cambiar de abogado in extremis para dilatar los plazos del proceso judicial. La vista se reanudó un día después de acordar posponerla, y el abogado de oficio del autor material de los hechos deberá defender a su cliente, a pesar de “no haber confianza entre ellos”, según manifestó el propio Aitor G. un día antes.

Ante los “horrorosos gritos” de Kamal, según relató su hermano Ayoub, la familia bajó de inmediato al portal de su vivienda a atenderlo. El menor fue trasladado en helicóptero al Miguel Servet de Zaragoza y, aunque pudieron salvarle la vida y reconstruir una parte de la cara, todavía tiene programadas intervenciones quirúrgicas y sigue en tratamiento.

Por su parte, los acusados por planificar el ataque, todos ellos pertenecientes a la familia Giménez, negaron el encargo al sicario y alegaron que conocieron a Aitor G. de contratarlo para hacer unas obras menores en una casa. Allí fue donde la excuñada Kamal, Sara Giménez, conoció al hermano del menor. “Pero yo no le ofrecí a nadie dinero por arrojar ácido a Kamal”, expresó la mujer.

LA FAMILIA APUNTA AL CLAN GIMÉNEZ

La familia de Kamal, totalmente integrada en el tejido social de Caspe, tenía “muy claro” quiénes eran los responsables: “Son la única familia con la que hemos tenido problemas en el pueblo”, declararon en el juicio. Una acusación, según ellos, con fundamento. “Pocos días antes nos incendiaron la puerta del piso”, explicaron los hermanos, “y nunca se demostró que fueran ellos pero no podía ser nadie más”.

El juicio continuará en la Audiencia de Zaragoza durante los próximos días. Aitor G. se enfrenta a 14 años y 8 meses de prisión, solicitados por la Fiscalía por delitos de tentativa de asesinato, lesiones y pertenencia a grupo criminal. En total, la Audiencia juzgará a seis acusados, entre los que se encuentran los autores intelectuales: la excuñada y el tío de Kamal, para quienes piden hasta 15 años y 5 meses.