La denuncia de un cliente hace caer a una banda que prostituía a mujeres en condiciones de esclavitud

Un perro busca droga dentro de un vehículo
photo_camera Las mujeres eran obligadas también a vender droga

La Policía Nacional ha logrado desarticular una organización criminal dedicada a la prostitución en Zaragoza, la cual operaba en un local de alterne de reconocido nombre. Además del negocio de la explotación sexual a mujeres de varias nacionalidades, especialmente latinoamericanas, la organización aprovechaba el local para el tráfico de drogas, obligando a las víctimas a vender cocaína a los clientes.

Las mujeres permanecían encerradas en el club, con un control absoluto sobre cualquier salida del mismo. La investigación, que recibe el nombre de “Operación Paisa”, se ha saldado con la detención de todos los miembros de la organización, cinco en total, aunque la Policía no descarta efectuar más detenciones en los próximos días, ya que la investigación continúa abierta.

Los hechos se desencadenaron el pasado 25 de abril, cuando varios agentes detuvieron a cuatro personas como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva y delito contra la salud pública. El quinto miembro, por su parte, fue imputado por pertenencia a organización criminal y por delito contra la salud pública.

LA ORGANIZACIÓN

El grupo criminal, afincado en la capital aragonesa, era dirigido por un varón, de 46 años, encargado del perfecto funcionamiento de la organización, que se dedicaba esencialmente a la explotación de mujeres jóvenes procedentes, en su mayoría, de Latinoamérica. Para atraerlas, facilitaban un número de teléfono en su página web, a través del cual ofrecían a las mujeres la posibilidad de ganar dinero a través del tráfico sexual y alojamiento. Casi todas provenían de otras provincias españolas, aunque algunas llegaban directamente desde sus países de origen, dotando a la organización un carácter nacional e incluso internacional.

Una vez contactadas, las mujeres eran obligadas, en condiciones cercanas a la esclavitud, a mantener relaciones sexuales con cualquier cliente que acudiese al club de alterne, además de ser forzadas a venderles drogas. Durante su estancia en el local, eran sometidas a un férreo control, teniendo que pedir permiso para cualquier tipo de salida.

Del ejercicio de la prostitución en el local, la organización se repartía una comisión, y de la venta de cocaína, la totalidad de las ganancias era para el cabecilla del grupo criminal, quien a posteriori realizaba diferentes pagos al resto en concepto de actividades laborales como portero, recepcionista o encargado del local.

UNA INVESTIGACIÓN DE MESES

La “Operación Paisa” dio comienzo en noviembre de 2022, cuando agentes de la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) de Zaragoza tuvo conocimiento de la posible actividad ilícita, a través del servicio de atención a víctimas de Trata de Seres Humanos (un buzón de correo electrónico anónimo). El encargado de avisar fue un hombre, presunto cliente, que deseaba permanecer en el anonimato y que mostraba sospechas de la posible explotación sexual en el club de alterne, de reconocido nombre en la capital aragonesa.

Durante la fase de investigación se logró liberar a cuatro mujeres sometidas a condiciones inhumanas, y durante la fase de explotación se localizaron otras ocho víctimas en la misma situación, alojadas y encerradas en el club en condiciones muy similares a la esclavitud.

Tras indagar durante varios meses, el pasado 25 de abril distintas unidades de la Policía Nacional procedieron a la desarticulación de la organización criminal. Como resultado de los registros se incautaron numerosos medios informáticos, utensilios y cocaína lista para ser vendida, así como más de 6.500 euros provenientes del negocio de la prostitución.