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La Guardia Civil ha desmantelado un punto de venta de sustancias estupefacientes y otro de cultivo de drogas en la Comarca de Daroca, concretamente en Manchones y Mainar. Estas dos actuaciones en los últimos dos meses del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza terminó con cuatro detenidos, tres de origen albanés y un marroquí.

En el mes de marzo se tuvo conocimiento de la posible existencia de una vivienda en Manchones que podría ser utilizada como lugar de cultivo de marihuana. De las investigaciones se obtuvieron evidencias de que, efectivamente, se estaba desarrollando esta actividad.

Se trataba de una vivienda alejada del casco urbano. Sus ventanas se encontraban completamente cerradas, incluso selladas con espuma aislante; había conexiones ilegales de electricidad tomadas del suministro eléctrico público. Y además, un fuerte olor a marihuana emanaba del interior, con unos extractores de ventilación mecánica en continuo funcionamiento en el tejado del inmueble.

Igualmente, se obtuvo información de la identidad del propietario de este domicilio. Se trataba de un hombre albanés que había adquirido el inmueble hacía un año, y con él, otras dos personas de la misma nacionalidad que regentarían el lugar.

Por tanto, la Guardia Civil detuvo a uno de ellos cuando circulaba cerca de Manchones. Además, se realizó un registro en la vivienda donde fueron sorprendidos los otros dos sospechosos que se habrían trasladado a la población con la finalidad de recoger y secar la plantación que se localizó en el interior del inmueble.

En la planta superior de la vivienda, a la que sólo se podía acceder a través de una trampilla con una escalera de madera, se localizó la plantación de cannabis. Un total de 328 plantas en avanzado estado de crecimiento, listas para ser recolectadas, y que contaba con todos los elementos necesarios para su cultivo (iluminación, ventilación y controladores de la temperatura y humedad). La estancia se encontraba sellada para evitar tanto la salida de olores como el visionado desde el exterior.

En la planta inferior se hallaron varios colchones tirados en el suelo y otros enseres por ser el lugar donde dormían los detenidos mientras realizaban las labores de cultivo.

Por todo ello, a los tres detenidos se les imputaron presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y defraudación de fluido eléctrico, quedando a disposición judicial tras las detenciones.

TRÁFICO EN MAINAR

La investigación en Mainar se inició poco antes que la de Manchones ante la posibilidad de que un hombre de origen marroquí se dedicase a la venta de estupefacientes. Las múltiples gestiones realizadas por los investigadores permitieron determinar la identidad de este varón, así como informaciones que evidenciaban su actividad.

Desde su vivienda, frecuentada por multitud personas ajenas a la localidad en horarios en los que evitarían ser interceptados, suministraría distintas sustancias, principalmente cocaína, hachís y marihuana. Por todo ello, el día 14 de junio se procedió a la detención del sospechoso en el exterior de su vivienda y se realizó un registro del inmueble. Allí se observó, en primer lugar, una falta de limpieza e higiene considerable, con acumulación de basura y gran cantidad de objetos apilados, que dificultó la inspección.

En la planta superior se localizó la estancia utilizada para la manipulación y preparación de las dosis de estupefacientes. Había básculas de precisión, rollos de alambre, diversos envoltorios para las distintas sustancias y otros elementos necesarios para la venta al menudeo.

Además, se hallaron diferentes cantidades de cocaína, hachís y marihuana que se encontraban en lugares de muy difícil localización, como huecos entre el forjado de una obra que se estaba haciendo en una de las zonas de la vivienda. Lógicamente, era para evitar que les pillasen en un registro.

El detenido portaba en el momento de ser localizado 925 euros en billetes, y en su vehículo localizaron un compartimento oculto en la zona del cambio de marchas con una dosis de cocaína. Según se averiguó, había realizado múltiples envíos de dinero a su país de origen durante varios meses y, tan sólo en los últimos cinco, una cantidad que ascendía a más de 17.400 euros. Ese beneficio económico no se justifica con los ingresos laborales o percepción de rentas por propiedades.

Por estos hechos, al detenido, un varón de 46 años de nacionalidad marroquí, se le imputó un presunto delito contra la salud pública por tráfico drogas, quedó a disposición judicial al día 16 de junio.

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