Este lunes se ha celebrado la primera sesión del juicio contra los etarras acusados de matar a Giménez Abad

El 6 de mayo de 2001, el entonces presidente del Partido Popular en Aragón, Manuel Giménez Abad, recibió tres disparos en la cabeza por la espalda cuando iba a ver un partido de fútbol en el estadio de La Romareda de Zaragoza junto a su hijo. Falleció en el acto. Este lunes, 22 años después, ha comenzado el juicio en la Audiencia Nacional por el asesinato del que fuera presidente del PP en Aragón. En él, los exjefes de ETA Mikel Carrera Sarobe, alias “Ata”, y Miren Itxaso Zaldua, alias “Sahasta”, han negado haber estado en la capital aragonesa el día de la muerte del político. Él ha sostenido que acudió a una fiesta en Senpere (Francia), ella, que fue al cine con unas amigas en la localidad vasca de Usurbil.

“Estoy absolutamente seguro de dónde no estaba: en Zaragoza”. Con estas palabras, Carrera ha asegurado que no participó en el crimen de Giménez Abad. Negación a la que se ha sumado Zaldúa, quien ha afirmado que solo ha estado en la capital aragonesa “de pequeña” con su padre para ver a “la pilarica”. “En la dureza de todas las acciones de ETA, esa en particular me pareció dura, porque recuerdo haber oído en la radio, en el coche, la noticia del atentado y que había un niño”, ha relatado Zaldúa, en referencia al asesinato.

Ambos etarras se enfrentan a la pena máxima que les solicita tanto la Fiscalía como la acusación particular: 30 años de prisión. Mikel Carrera ha reconocido formar parte del comando “Basajun”, al que se le atribuye el asesinato. Sin embargo, ha negado cualquier relación con los hechos y ha defendido que, aquel día, se fue de fiesta con unos amigos al País Vasco francés. Además, ha afirmado, de su presunta cómplice, que la conoció años después del asesinato, en 2004.

Por su parte, Miren Itxaso ha admitido también su pertenencia a la banda, pero ha sostenido que “nunca” ha integrado un comando. Ha añadido que su vínculo con ETA comenzó en 2001, cuando se limitaba a recoger cartas para mandarlas a la cúpula de la organización terrorista.

Para el juicio, Carrera ha sido entregado por Francia, donde cumple cadena perpetua por matar a dos guardias civiles en Capbreton en 2007 y a un policía francés en 2010. Zaldúa, que permanece en prisión provisional desde julio de 2020, cuando fue detenida al regresar a España, había cumplido condena durante doce años por pertenecer a ETA.

El juicio, que está previsto que se alargue hasta el jueves -además de los días 17 y 18 de julio-, llevará mañana a la Audiencia Nacional a los testigos del suceso, entre ellos, Borja Giménez Larraz, hijo del político que acompañaba a su padre en el momento en el que lo mataron.

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