La Policía Nacional ha detenido a un joven de 29 años como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas. Al parecer, el acusado conducía por el paseo Sagasta de Zaragoza de manera “errática”, incluso “dando volantazos” cuando fue interceptado por los funcionarios del Grupo de Atención al Ciudadano. Más allá de su conducción, tras revisar el vehículo, agentes del cuerpo encontraron en él 6,4 gramos de cocaína rosa.
En un primer momento, los agentes procedieron a darle el alto, comprobando que del interior salía un fuerte olor a marihuana. El conductor, de forma voluntaria les entregó un envoltorio de papel film transparente que contenía unos 15 gramos. Su acompañante, el copiloto, también hizo entrega de dos cogollos de esta misma sustancia que tenía escondidos en su zona genital.
Sin embargo, el gran nerviosismo que mostraba el conductor hizo sospechar de que pudiese llevar más sustancias estupefacientes en el coche. Por ello, los policías solicitaron la presencia de Guías Caninos para hacer una requisa más exhaustiva del turismo. La agente canina Rita no tardó en localizar más droga escondida. En este caso, en una oquedad del chasis de la parte trasera izquierda del vehículo. Allí había un bote tubular de plástico blando envuelto en cinta aislante de color negro que se sujetaba gracias a un potente imán. Este bote contenía “Tutsi”, conocida coloquialmente como cocaína rosa.
El detenido, sin antecedentes policiales, ha quedado en libertad tras ser oído en declaración en dependencias policiales, con la obligatoriedad de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.