Adil Lazizi, de 47 años, es culpable del asesinato a cuchilladas de su vecina, Cristina G. L., de 32, en el rellano del edificio donde ambos vivían en el barrio de San José, en Zaragoza. Así lo ha declarado por unanimidad el jurado popular tras la celebración del juicio por este crimen, que tuvo lugar en mayo de 2022 y que acabará con una condena para el acusado que oscilará entre los 22 años y medio y los 25 años.
Durante su primera intervención en el juicio, Lazizi aseguró que actuó en legítima defensa ya que, en el momento de los hechos, ella estaba “histérica” y “podría haberse clavado el cuchillo ella misma”, ya que, cuando llegó la Policía, vieron “a un hombre tendido en el suelo, apuñalado y con todo el contenido intestinal fuera de su cuerpo”. “Lo que está clarísimo es que se han apuñalado mutuamente”, dijo su abogada, Carmen Sánchez.
No obstante, el letrado de la acusación particular, Rafael Ariza, negó que se tratase de un homicidio, ya que había “ensañamiento de la víctima, ya que el cuerpo de Cristina presentaba 20 heridas por arma blanca”. “Es completamente falso que existiese alguna relación entre ellos. Ha negado hechos tan evidentes como que ella gritaba pidiendo auxilio y que los vecinos llegaran a ver cómo arrastró su cuerpo al interior del domicilio”, afirmó.
En el momento de los hechos, Lazizi estaba fugado de la cárcel de Zuera, en donde ingresó por asesinar de la misma manera a otra joven en Madrid. En total, tal y como ha ratificado el jurado, le asestó 30 puñaladas, atacándola por la espalda y sin posibilidad de defenderse. Uno de los vecinos trató de socorrer a la víctima mientras agonizaba y grabó sus últimas palabras, señalando con su mano la puerta de la vivienda del acusado, ya culpable de asesinato.