Detención de película en un vuelo Madrid-Cancún. Tuvo lugar el sábado 23 de septiembre, con 400 pasajeros a bordo, y con un sargento de la Guardia Civil de Teruel como protagonista. Porque el comandante de vuelo solicitó ayuda ya que una persona estaba provocando altercados entre la tripulación, con tocamientos y amenazas de muerte incluidas, así como al resto del pasaje.
En la cabina del Comandante se presentaron, entre los solicitados, dos guardias civiles. El comandante les puso en antecedentes de los hechos que estaban ocurriendo, señalando a una persona, que mostraba una actitud agresiva.
Dicho comandante, previamente, había activado todos los protocolos internos de la aeronave, incluso se planteaba solicitar un aterrizaje forzoso. Así, el sargento de la Guardia Civil Felipe Vilas Dono, destinado en el Puesto de Valderrobres (Teruel), haciéndose cargo de la situación, solicitó un plazo de tiempo razonable con el fin de evitar ese desvío, y, en consecuencia, el perjuicio derivado para el resto de personas que viajan en el avión, intentando hablar con la persona protagonista de los hechos con el objeto de que depusiera su actitud.
Una vez localizado al pasajero, este sargento observó que estaba fumando con un vapeador. Al momento de identificarse como Guardia Civil, esta persona, sin mediar palabra, se abalanzó sobre los agentes, por lo que, fue inmovilizado con unas bridas facilitadas por la propia tripulación.
Tras cinco horas de custodia en vuelo, y una vez aterrizados en México, las autoridades del país procedieron a la detención.