operacion hook registro
Por primera vez en Aragón, se hallaron más de 11.000 euros en criptomonedas

Agentes de la Policía Nacional detuvieron este miércoles a seis integrantes de una organización criminal especializada en estafas a través de Internet. Se trata de la última fase de la denominada «operación Hook» en la que han sido arrestadas un total de veinte personas. Los últimos seis se llevaron a cabo a primera hora de la mañana en un operativo coordinado que contó con la entrada simultánea en cinco domicilios. Se da la circunstancia que la última fase de la operación coincide con la detención de la cúpula de una organización en la que los roles y las funciones estaban perfectamente establecidos. Además, por primera vez en Aragón, se hallaron más de 11.000 euros en criptomonedas.

La primera fase de la investigación se llevó a cabo a principios de año con la detección por parte de las diferentes unidades de Policía Judicial de Zaragoza, tanto de la Brigada Provincial como de las Comisarías de Distrito, de la reiterada identificación de titulares de cuentas bancarias en la ciudad de Zaragoza que recibían dinero procedente de estafas denunciadas en diferentes localidades.

En el barrio de El Gancho se desarrolló una red de captación de personas vulnerables

Fruto de las investigaciones de estos Grupos de Policía Judicial se procedió a la identificación y detención de varios cooperadores necesarios, que a cambio de dinero o de sustancias estupefacientes se prestaban a ceder su identidad para abrir cuentas bancarias en las que los estafadores reciben el dinero de las víctimas, siendo estos últimos los que tenían las claves para operar online con estas cuentas y los que extraían en cajeros el dinero ilícitamente obtenido.

SEGUNDA FASE DE LA INVESTIGACIÓN

El pasado miércoles culminaba la investigación con la detención de los integrantes de este grupo formado que tenía perfectamente repartidos sus papeles. Uno de ellos obtenía los datos técnicos y las aplicaciones a través de las cuales se accedía a las víctimas, que realizaban transferencias a las cuentas que este les indicaba.

Un segundo, cabecilla del grupo, desarrolló en el barrio de El Gancho una red de captación de personas vulnerables, indigentes, toxicómanos y discapacitados a los que por un poco de dinero, sustancias estupefacientes o directamente bajo amenazas, dirigían a una serie de pisos ocupados o en sus propios domicilios para abrir las cuentas que necesitaban. Así se han abierto más de cien cuentas bancarias y se han apoderado de hasta 150.000 euros.

Otros integrantes del grupo se encargaban de llevar a las “mulas” directamente a los sitios donde se les iban a abrir las cuentas, o a comprar tarjetas telefónicas masivamente para perpetrar las estafas. Finalmente, otros integrantes sacaban el dinero de los cajeros, realizaban compras en comercios a cargo de las cuentas abiertas anteriormente o ingresaban el grueso de sus ilícitas ganancias en cuentas de criptomonedas.

DETENCIÓN Y REGISTROS

A primera hora de la mañana del pasado miércoles se coordinaba un dispositivo para la entrada, detención y registro de los domicilios de los principales encartados de la operación. Para ello, miembros del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), de la Unidades de Intervención Policial (UIP) y de las diferentes plantillas de Policía Judicial realizaron de forma simultánea la referida diligencia de entrada.

Durante los registros se hallaron armas, sustancias estupefacientes, cerca de 35.000 euros en efectivo, joyas, electrodomésticos, medio centenar de dispositivos móviles y, por primera vez en Aragón, más de 11.000 euros en criptomonedas.

EL PAPEL DE LAS MULAS

Se conoce como “mulas” en el argot policial a las personas que ceden su cuenta bancaria o su identidad para la recepción de un dinero procedente del delito que es entregado al autor del mismo a cambio de una comisión o de alguna otra prebenda, pretendiendo ocultar así el verdadero destino del dinero, o dificultando la identificación del autor de la estafa.

Estas mulas actúan en ocasiones con desconocimiento deliberado de estar cometiendo un delito (falsas ofertas de trabajo, dejar la cuenta a un familiar que no puede abrir una…) y en otras de forma deliberada en acuerdo con el autor de la estafa. En cualquier caso su acción supone siempre una cooperación necesaria para la realización del delito, pues por un lado lo facilita y por otro dificulta su esclarecimiento, por lo que serán considerados autores del mismo delito identificados y puestos a disposición judicial.

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