“Ahora podría reírme de tus modos y no odiar tu tardanza, podría incluso disfrutar de tus cosquillas, no sé, de todas tus manías, podría hasta dejar de discutir como tender la ropa… bailar juntos de nuevo, recorrernos el mundo y nuestros cuerpos. He necesitado un año, cinco meses y catorce días para poder decirlo y […]