A finales de los 60 un juicio celebrado en Roma causó sensación. El dramaturgo y poeta Aldo Braibanti fue condenado a nueve años de prisión por plagio, es decir, «lavado de cerebro», por haber sometido a su voluntad, en el sentido físico y psíquico, a uno de sus alumnos y amigos, que acababa de cumplir […]