Anabel Alonso se convierte en una Celestina tan trágica como cómica en el Principal

Celestina
photo_camera La obra arranca este jueves y hasta el domingo en el Teatro Principal.

Es junto al Don Juan y Don Quijote, uno de los grandes mitos de la literatura universal. Una alcahueta, con aires de bruja que consigue que Calisto y Melibea se enamoren y vivan la tragicomedia que Fernando de Rojas escribió en 1499. Aunque La Celestina es mucho más que eso y ni es tan mala como dice el original ni tan buenos son el resto. Anabel Alonso se pondrá en la piel de la hechicera con la última adaptación del clásico que llega al Teatro Principal desde este jueves y hasta el domingo. La obra, producida por Secuencia 3 con adaptación de Eduardo Galán y dirección de Antonio C Quijosa, abandona la retórica pero mantiene la esencia del clásico aunque con un toque diferente.

"Es quizás la Celestina más diferente a todas las adaptaciones que se han hecho porque nos muestra esa versión de la bruja no tan mala, quizás más humana y en ella se le da la oportunidad de explicarse y de contar la historia tal como ella misma la vivió, desde su perspectiva", ha explicado este jueves la actriz Anabel Alonso en Zaragoza. Para ella, el personaje fue un auténtico "reto". Primero porque suponía abandonar, al menos en parte pues la obra es tragicomedia, el humor que ha acompañado a la actriz en toda su carrera. Después, por las grandes interpretes que se han puesto en la piel de la hechichera, desde Amparo Rivelles hasta Gemma Cuervo, lo que siempre da un poco de "vértigo". Y, por último, por lo complejo del personaje.

"La Celestina es una grandísima actriz porque le da a cada uno lo que quiere. Para mí una de las cosas más difíciles de ponerme en la piel del personaje ha sido mantener su esencia y a la vez convertirla en una persona diferente cuando habla con Calisto o Melibea o con los diferente personajes", ha reconocido Anabel Alonso.

Esta nueva versión ajusta el tiempo y lo reduce a 110 minutos de las cuatro o cinco horas que duraba la que escribió Fernando de Rojas. La escenografía también juega un papel fundamental aunque, tal como ha explicado la actriz, lo que verdaderamente la hace especial es la mente del espectador. Sobre el escenario, Melibea y Areúsa será interpretada por Claudia Taboada, Calisto por Víctor Sainz, Elicia y Lucrecia por Beatriz Grimaldos, Pármeno por David Huertas y Pleberio y Sempronio por José Saiz. Este último reconocía hoy también en Zaragoza el orgullo de participar en una obra que, quizás, sirva de precedente para las futuras.

"Hay muchísimas versiones y adaptaciones teatrales y también cinematográficas de La Celestina pero estoy seguro de que dentro de ocho, diez o quince años los directores tomarán como referente esta Celestina de Anabel Alonso", ha explicado José Saiz. "Creo que es una Celestina que va a dejar huella porque es muy diferente a las demás, ni es tan buena ni es tan mala".

Uno de los momentos más especiales de esta Celestina es la unión de la muerte de Calisto y Melibea con la de la hechicera para alargar la narración y dotarla de mayor dramatismo. "Esta adaptación de Eduardo Galán nos ha permitido tener un espectáculo mucho más ágil y ameno, con toques trágicos y humor sobre una obra clásica a la que enfrentarse da un poco de miedo y respeto", ha reconocido el director de la obra Antonio C. Guijosa.

La obra llegará al Principal estos días después del éxito de La Celestina interpretada por José Luis Gómez en 2016 en el coliseo. Un flashback con el llanto de Pleberio por haber perdido a Melibea y la respuesta de Celestina ante la tragedia sumergirá a los espectadores en un clásico con un toque diferente.