Teruel

Teruel es una ciudad tranquila, donde no hay relojes en las calles que marquen las horas, exceptuando los de las farmacias.

Teruel es una ciudad tranquila, donde no hay relojes en las calles que marquen las horas, exceptuando los de las farmacias. 

Donde se escuchan campanadas a los cuartos, medias y en punto. 

¿Será por eso que Teruel gusta?

Tiene la parte romántica de los pueblos donde aún tocan a "muerto", las esquelas se reparten por los establecimientos y a las horas de las misas repiquetean más de treinta veces avisando del inicio de las mismas, aunque ello sea anacrónico y vaya enmarcado dentro de la contaminación acústica.

A Teruel nos faltan pocas cosas pero importantes, como son los medios de transporte e Internet que comuniquen a la ciudad como corresponde al Siglo XXI.

También necesitamos a los jóvenes que "salen a estudiar fuera" y no ven el momento de regresar.

En estos últimos meses, los de Teruel estamos dando titulares en los medios de comunicación, salimos a menudo en los telediarios, es reconocida nuestra provincia y sus productos, pero sigue faltando algo, ¿o no?

Ciudad tranquila donde las haya, donde la crianza de los hijos/as es muy fácil, donde nos conocemos todos  y es normal  encontrarse a cualquiera de los miembros del consistorio y por ello la pregunta ¿qué hay de lo mío? aún se hace en la calle.

Sí a Teruel le falta algo más… espacios culturales, espacios donde dar respuesta a las inquietudes de nuestros jóvenes, espacios creativos. 

En breve comenzará la campaña electoral, esperemos que para entonces haya también  propuestas para este sector de la ciudad.