El Museo de Teruel ha llevado a cabo un proyecto de ampliación con el fin de reconstruir este histórico edificio turolense. Entre algunas de las novedades destaca la duplicación de su superficie, la modernización de las salas de exposición y la reubicación de los servicios técnicos y administrativos.
Esta ampliación es fruto de la licitación que la Diputación de Teruel que sacó a concurso el año pasado, a la vista de la imposibilidad de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento de Teruel para encajar el vanguardista proyecto aprobado en 2008 con los requerimientos urbanísticos en el centro histórico de la ciudad.
El presidente de la DPT, Manuel Rando, ha explicado al público asistente al acto que, visto que las dificultades para conseguir la licencia urbanística no se podrían salvar, se tomó la decisión de “no retrasarse más, que había que hacer las modificaciones que fuese para que el Ayuntamiento no pusiese objeciones al mismo”.
Rando ha destacado que el nuevo proyecto “es innovador y ha gustado al público”. “Ahora se van a poner a trabajar en la parte administrativa para sacarlo a licitación pública” con un presupuesto base de más de 13 millones de euros, concretamente 13.835.000.
El presidente de la institución de la que depende el Museo Provincial ha señalado el interés del actual equipo de gobierno en “que cuanto antes empiecen las obras, ya que lo pensamos hacer en un plurianual de tres años”, ha dicho, “con el objetivo de tener la obra acabada en 2026”.
Tal y como ha explicado Martínez Santa-María, el modificado del proyecto original tiene cambios sustanciales respecto a aquel, pero mantiene la calidad, la ambición y el atractivo con una formalización diferente a la que estaba prevista, pero creando espacios de una calidad arquitectónica y visual “realmente excepcionales”.
Los autores del proyecto definen la nueva construcción como “un sensible elemento mediador”, capaz de poner en relación a dos construcciones históricas con su volumetría, los materiales y la forma.
Aún más, Martínez Santa María ha señalado que el edificio de nueva planta pretende poner de relieve, con el conjunto de todas sus trazas arquitectónicas, su indudable vinculación con el inmueble al que amplía.
Con fachadas sin apenas huecos, con un relieve de zócalo de mampostería de piedra, se basa en elementos estructurales que organizan el espacio interior acentuando la dimensión vertical frente a las relativamente reducidas dimensiones que ofrece la superficie horizontal de su planta.
En cada uno de los tres espacios destinados a salas de exposición los elementos estructurales modifican su posición, de forma que el espacio que se produce es siempre cambiante.
Este sistema estructural y constructivo desea conseguir que el visitante reciba múltiples estímulos visuales en relación al movimiento que realiza, que no llegue a percibir dónde se encuentran los verdaderos límites del espacio y que encuentre a su paso recorridos cambiantes donde sobrevenga lo inesperado, alternándose con el descubrimiento de las obras expuestas.
El nuevo proyecto renuncia, eso sí, a la unión entre el nuevo edificio y el antiguo, ante la negativa del Ayuntamiento turolenses a aprobar el proyecto si éste incluía una conexión aérea entre ambos espacios. “Hemos primado que el proyecto vea la luz, aun sabiendo las dificultades que va a generar, en la gestión a futuro, el tener dos entradas diferenciadas, dos recepciones y el tener que decirle al visitante que una vez que ha visitado este edificio tiene que salir a la calle para entrar en el otro edificio”, ha señalado el diputado Diego Piñeiro.
DUPLICANDO EL ESPACIO
Como resultado de la ampliación, el Museo duplicará su superficie construida hacia la Casa Palacio del Marqués de Tosos, una edificación del siglo XVIII declarada Bien de Interés Cultural, y ocupando el espacio que existe entre esta estructura y el edificio que ocupa el Museo de Teruel, en la Casa de la Comunidad construida en el siglo XVI, superando los 7.500 metros cuadrados.
El proyecto contempla la reconstrucción, la adaptación y la recuperación del Palacio, que ha sido ya objeto de tres fases de intervención en los últimos años, además de la construcción del nuevo edificio que albergará la mayor parte de las salas de exposición. Entre ambos espacios se contemplan todos los espacios que se requieren para las interrelaciones en los museos modernos.
En el espacio de la Casa del Marqués de Tosos, recuperada integralmente, se ubicará la zona de vestíbulo, recepción e información, una tienda, guardarropa, aseos y todas las dependencias técnicas y administrativas imprescindibles en cualquier museo.
Además, allí también se ubicará el área científica, el salón de actos con una capacidad para más de 90 personas y la biblioteca, que será uno de los elementos más atractivos al estar instalada debajo de la cubierta de madera que se ha conseguido recuperar.