Opinión

Comedia y vida

La comedia es una forma de ver la vida, una actitud ante ella, que nos hace ver la realidad desde un prisma diferente, no siempre gracioso, no siempre divertido. Pero sí positivo.

Y esto es lo que, cada agosto, pretende conseguir el Festival de Cine de Comedia de Tarazona y El Moncayo: dignificar un género no siempre bien valorado. Pero, sobre todo, dignificar la comedia como esa actitud ante la vida que nos permite analizarla de una forma a veces más seria de lo que parece. O analizar un drama desde una actitud menos seria de lo que deberíamos.

Cuando se enciende la pantalla del Teatro Bellas Artes de Tarazona el público acude dispuesto a encontrar películas que consigan sacarle una sonrisa. Pero, a la vez, junto a esa sonrisa, se lleva un punto de vista de la realidad que le llega de una forma a veces más contundente, más mordaz, más crítica, que cualquier otro género que pueda considerarse más “digno” de analizar dicha realidad.

La comedia no siempre es un género puro. De hecho pocas veces lo es. Porque eso es la vida: una mezcla de géneros, en la que quien la vive pasa por muchos estados de ánimo. Pero en el trasfondo de todo ello, subyace una actitud ante ella: la vida a veces es dura, pero todo depende de cómo la afrontemos. Y viendo una comedia podemos reír, por supuesto, pero también podemos llorar, enfadarnos, pasar miedo. Y es en esa mezcla de sentimientos donde se demuestra que la comedia, mezclado con otros géneros (a veces antagónicos), cumple incluso una función social, aunque el público salga de la sala pensando que no se ha reído.

Igualmente, ahora que están tan de moda los debates sobre los límites del humor, el Festival de Cine de Tarazona defiende desde su programación que se puede hacer comedia de todo. No debe haber censura, ni autocensura. Tan solo respeto en ambas direcciones: quien hace la obra y quien la recibe. Solo así estaremos demostrando madurez como sociedad.

Y es por ello que, cuando se enciende la pantalla del Teatro Bellas Artes, el público puede encontrar comedias sobre temas aparentemente poco proclives a este género. La muerte, la pobreza, el paro, el problema de la vivienda, la soledad, la enfermedad… son temas que, por ejemplo, se van a encontrar este año los espectadores que acudan a algunas de sus proyecciones. Y en el punto de vista puesto en dichos temas, en la mirada, es donde reside la comedia.

Por eso no es casual que el premio que se entrega cada año en el festival sean unas gafas; las gafas del actor turiasonense Paco Martínez Soria. Las gafas con las que hay que mirar la vida, aunque esta no siempre sea una comedia.