Opinión

No se puede hacer peor

No voy a ocultar mi simpatía ideológica con Ciudadanos. Representa un centro (más bien a la) derecha moderno, defensor tanto de la economía de mercado, del emprendimiento y del logro personal como vértices de la sociedad (y no las paguitas y la dependencia del Estado que han alimentado PP y PSOE que solo genera pobreza, parasitismo y retraso) como de una sociedad abierta, plural, laica (que no anticatólica), liberal y en donde prime la libertad del individuo sobre la colectividad. Hasta ahí los principios pero hete tú que como el delantero “bueno pero no tanto” que juega su primer partido en el Bernabéu, Albert y sus cercanos han olido la sangre del PP pero no han sabido rematar a gol, han dejado escapar viva a la presa con la casi total seguridad de que no puedan volver a estar en disposición de morderle el cuello nunca más.

Tras las últimas generales, los errores de Ciudadanos son tan burdos y de tal calado que corre un riesgo cierto y real de acabar en la irrelevancia política para desgracia de los que no somos tan hippies y buenistas como para ser de izquierdas ni tan conservadores como para ser de derechas.

¿Y qué debería haber hecho Albert en el minuto 1 (literal) tras conocerse los resultados electorales? Algo tan sencillo como ABSTENERSE. ¡Jugada maestra! Analicémoslo:

1º Nos hubiésemos ahorrado todas las absurdas y fingidas negociaciones del PSOE con la izquierda más a la izquierda del PSOE y con los anti unionistas regionalistas cuyos posibles pactos son, además, nefastos para el país.

2º Nos hubiésemos ahorrado unas nuevas elecciones que aparte de la inutilidad y molestia que generan a la sociedad, cuestan unos cuantos millones de euros que debemos pagar todos por el capricho de unos pocos.

3º Ciudadanos se hubiese erigido como líder moral de la oposición al favorecer la formación de gobierno.

4º Y no solo eso, sino que Ciudadanos se hubiese convertido en la verdadera oposición pues estaría más legitimado que incluso el PP para fiscalizar la labor del PSOE en el gobierno al presidirlo gracias a ellos.

5º En esa posición ventajosa y protagonista, podría haber seguido arañando votos al PP seguramente los suficientes para haber superado al PP en 4 años o menos a poco que hubiesen efectuado una oposición medianamente brillante.

¿Cómo puede ser que Ciudadanos haya adoptado tan errónea estrategia? No encuentro una respuesta lógica. Es incomprensible. Sin parecer ser conscientes de que eran la tercera fuerza política en España (eso les rompió los esquemas pues pensaban superar al PP y no han sido capaces de digerir ese “palo”) han querido batir al PP en un duelo directo contra él, tratando de sustituirle a las bravas, poniéndose por encima porque “Ciudadanos lo vale” sin valorar las propias fuerzas y, peor, sin valorar la fuerza que todavía tiene el PP en el centro derecha (no olvidemos que era el segundo partido más votado y, el error más determinante, sin pensar las graves consecuencias que para la gobernabilidad del país (sin gobierno y con nuevas elecciones a la vista por su culpa) y para ellos mismos (negras expectativas en las elecciones de noviembre) tenía su nefasta cerrazón.

Pero no todo termina aquí. ¿Cómo han tratado desde Ciudadanos corregir tal desatino? Con otra pifia: anunciando que están abiertos a pactar con el PSOE… ¿¿¿ahora??? El reconocimiento del error llega muy tarde y ese cambio de rumbo a destiempo provocado por el miedo aun engrandece más la herida y la pérdida de votos pues hace que quien le decía no es no a Sánchez, ahora se baje, literalmente, los pantalones y se ofrezca a pactar con él, reconociendo su grave error en la estrategia post electoral y empeorando, además, su posición pues no es lo mismo abstenerse que negociar y pactar, algo que desgasta mucho más al partido débil (C´s) que al grande (PSOE) que pacta con él. La postura de Ciudadanos es de aficionados, lisa y llanamente inaceptable para quienes somos simpatizantes de sus ideas.

Siendo así las cosas, Sr. Rivera, si los resultados son tan malos como se espera que lo sean en las próximas generales, debería tener la valentía de dimitir de su puesto de presidente del partido pues los que queremos una derecha moderna, una tercera vía que incluso pueda superar al centro derecha más conservador que representa hoy día el PP, deseamos poder ser alternativa real de poder algún día (y más pronto que tarde).