El turismo es uno de los motores del crecimiento económico en Aragón. Supone del orden del 10 por 100 de la riqueza que se genera en Aragón en cuanto a su expresión más utilizada es decir el Producto Interior Bruto. La Comunidad Autónoma de Aragón es un excelente destino turístico para familias con hijos, siendo dicho tipo de turistas el mayoritario, con cada vez más sesgo de tipo medioambiental y cultural. En este contexto destaca la Naturaleza y las figuras del territorio protegidas como es el caso del Parque Nacional de Ordesa, del que en 2018 se ha cumplido el centenario desde su creación, que es la segunda preferencia para las familias en España en el ámbito de Parques Nacionales.
De la misma manera que hay que corregir la macrocefalia urbana de Zaragoza con respecto al resto de Aragón en el contexto del creciente y fundamentado clamor para ir llenando de ilusión, proyectos y familias la España vacía y vaciada, habría que evitar concentrar la oferta turística en determinadas zonas que ya empiezan a dar muestras de saturación y presión medioambiental no sostenible en algunos períodos del año. En este contexto, una posible ampliación del Parque Nacional de Ordesa, tema recurrente cada cierto tiempo, no parece muy razonable ya que hay que diversificar. En estos planteamientos, los aspectos medioambientales en cuento a biología (fauna, flora, ecología etc.), geología y otros matices son sin duda una de las piezas clave del debate, pero hay que tener muy en cuenta todo lo relacionado con inversiones, turismo, creación de empleo, fijación de población y vertebración del territorio. Por supuesto, entendemos que entre dos alternativas posibles y viables deberían primar criterios de diversificación y atención a zonas con creciente e intensa despoblación, así como clara manifestación a favor de la Comarca o Comarcas afectadas.
Por todo ello entendemos que es buen momento, como ya planteé en 2018 como director en un Curso de Verano de la Universidad de Zaragoza en Los Monegros, retomar el tema de un posible Parque Nacional en la Comarca de Los Monegros, entre otros aspectos por su condición especial de zona esteparia singular en toda Europa, el potente problema de Comarca vaciada que no consigue evitar funestas tendencias ni en las mejores zonas de regadío, así como los muy diversos atractivos turísticos de la zona. También en la Facultad de Economía y Empresa mis alumnos de Dirección Financiera y Gestión de Riesgos Financieros, de cuarto y quinto curso respectivamente del Doble Grado en Derecho y Administración de Empresas, han elaborado bajo mi dirección magníficos informes avalando la viabilidad de dicho proyecto.
En consecuencia, entendemos que podría ser perfectamente retomar la viabilidad del proyecto de un nuevo Parque Nacional en Aragón, algo más de cien años después de la creación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un Parque Nacional muy diferente y singular en toda Europa. Por supuesto, se trataría de que hubiera la máxima unidad entre los habitantes y regidores de las diversas instituciones y organismos de la Comarca, preservando especialmente los intereses de agricultores y otros colectivos. Desde luego no sería sólo imprescindible unidad en la Comarca y en el Gobierno de Aragón, sino que muy previsiblemente habría que abordar el proyecto de financiación e inversión en contexto interregional y por tanto con unidad y apoyo del Gobierno de España y de Europa, demostrando sobre todo las bondades medioambientales pero también el interés de sus habitantes y otras regiones, así como los efectos positivos en creación de empleo, fijación de población y vertebración del territorio.
