Opinión

Pacto de Toledo, pensiones y coronavirus

En estos tiempos complicados que nos toca vivir con la gigantesca y demoledora crisis sanitaria del coronavirus y la sombra alargada que se proyecta de su funesta consecuencia económica de recesión mundial, hay varias Comisiones del Gobierno que tienen por delante una muy ardua labor tratando de solucionar problemas con múltiples restricciones. Y el problema, valga la redundancia, es que sabemos desde los tiempos dorados de Grecia y Roma en la Antigüedad que cuando a un problema se le ponen muchas restricciones lo que pasa es que o no tiene solución o tiene solución aberrante.

Complicado especialmente lo tiene la Comisión del Pacto de Toledo ya que tiene que conseguir un acuerdo por unanimidad en la reforma del sistema de Pensiones para conseguir su viabilidad financiera en el largo plazo, y eso no es fácil estando en la misma mesa interlocutores como los que todos podemos suponer. Si ya no es fácil un acuerdo entre PP y PSOE, que sería fundamental, al incluir a VOX, Podemos y demás representantes del arco parlamentario el tema se complica exponencialmente para llegar a una casi imposible unanimidad, por lo que habría que pensar en amplias mayorías más que en unanimidad, y que fueran muy estables por el bien de todos. En fin, muy complicado si echamos la vista atrás en el tiempo.

Pero además, aparte de las muy diferentes “sensibilidades políticas e ideológicas” de los miembros de la Comisión, está el problema técnico de cuadrar las cuentas públicas, que ahora se van a descuadrar todavía más con la crisis del coronavirus y que, entre otras cosas, va a suponer bastantes más gastos y bastantes menos ingresos en el sector público, y recordemos que las pensiones suponen del orden del 13% del PIB.

¿Qué sugerirán, qué plantearán nuestros conspicuos representantes en el Pacto de Toledo? ¿Aumentar ingresos? Por ejemplo aumentando el IVA, ¿en un ambiente que perfila recesión mundial? Parece descabellado y contraproducente. ¿Reducir el gasto en pensiones? Teniendo en cuenta por ejemplo toda la vida laboral u otras medidas, ¿en un ambiente social de contracción económica que presionará todavía más a no reducirlas? Supone un coste político, yo diría que a día de hoy inasumible.

Que la fuerza les acompañe. May the force be with you