Opinión

Reflexiones en torno al coronavirus

Algunas veces, los seres humanos nos caemos de las nubes y nos damos de bruces con el suelo. Es algo común y por tanto aceptado con normalidad porque suele durar poco y especialmente, porque solo ocurre a un reducido grupo de personas. Pero, el coronavirus está afectando a personas de todo el mundo y no hay nadie que piense que está libre de ser contagiado. La gente hace dos meses nada más estaba confiada de cómo vivía; sin embargo, ahora esa misma gente anda preocupada de perder la vida y su riqueza. Es como si los humanos hubiéramos sido expulsados del Paraíso. Antes, llegamos a pensar hasta que éramos inmortales, pero a partir de la aparición de este brote andamos preocupados por nuestra salud, nuestros ahorros, y hasta de la muerte. No hace tres meses celebrábamos la entrada de un año redondo, el 2020, con grandes ilusiones acerca del amor, la salud y el dinero. Hacíamos planes para viajes en Semana Santa, en verano, las próximas Navidades y, por qué no, todos los fines de semana que pudiéramos. En cambio, ahora todos nosotros nos encontramos confinados en nuestras casas. Tenemos miedo de casi todo, de salir de casa, de tocar cualquier cosa, de encontrarnos hasta con nuestra familia y amigos… Estamos asustados, aterrorizados, tristes y deprimidos.

¿Cómo afrontar esta nueva situación? La respuesta está dentro de nosotros mismos. Tenemos que mirar en nuestro interior, tenemos que reflexionar sobre quiénes somos, qué es lo que realmente queremos, adónde queremos ir… ¿Qué es lo importante en la vida: el dinero, el prestigio, la fama, la posición social, el poder…? ¿No será que lo realmente importante es disfrutar cada día dado que no sabemos si contagiados la vida se nos acaba en un instante? Mucha gente durante los 10 o 20 años anteriores quizás hemos vivido más en la calle que en casa, hemos trabajado horas sin cuento para ganar más y más dinero, hemos vivido en bares o restaurantes con nuestros amigos, hemos viajado lo más lejos posible y ahora no nos dejan ni salir de casa.

Mi recomendación es doble. Primero, durante el tiempo de confinamiento podemos disfrutar de las personas que viven con nosotros. Podemos disfrutar de todas esas cosas que hemos ido comprando años atrás y que casi hemos utilizado. Podemos leer viejos libros, revisar viejos DVDs o CDs, recuperar antiguos hobbies o reorganizar nuestras fotos y vídeos. Por supuesto, que podemos pasarnos horas muertas tumbados en el sofá viendo programas, series o películas en la TV, pero según investigaciones en psicología se nos advierte que esta actividad debilita el sistema inmunitario y puede llevar a la depresión.

Mi segunda recomendación es hacer una reorganización de nuestra vida para mejor, y para ello, propongo la siguiente pregunta “¿Cómo te ves dentro de 10 ó 15 años? Primero, cuál es tu finalidad en la vida. Segundo, piensa como mejorar las relaciones de pareja, con los amigos, compañeros de trabajo o los vecinos. Tercero, quizá puedas reorientar tu vida profesional. Cuarto, también puedes plantearte una contribución social a través de una asociación u ONG.

Crisis significa crecimiento, oportunidad. No dejemos pasar esta oportunidad para establecer hacer una reflexión profunda, para hacer un cambio importante en nuestra vida para mejorar, para salir más fuertes y más felices de este coronavirus.