MIGUEL ÁNGEL OTÍN, Secretario General de Huesca Suena.


Son varias las películas con este título, pero no voy a referirme al cine. Me referiré a una teoría, a una metáfora utilizada en el ámbito económico, creada por N.N.Taleb, que debió de inspirarse en una idea del siglo XVII, cuando se pensaba que en Australia todos los cisnes eran blancos, pero al llegar los exploradores a ese territorio vieron que estaban dotados de plumas negras, circunstancia que no preveían. Taleb (Líbano 1960) lo asoció a los análisis económicos que predecían el futuro, y cuando se producía un hecho no previsto lo denominaba así.

Esta teoría en el ámbito económico, describe o relaciona aquellos sucesos que ocurren por sorpresa y que por supuesto ningún analista había previsto, ni tenido en cuenta, terminando con un gran impacto econónomico y repercusiones trascendentales.

La historia está escrita con varios eventos Cisnes Negros, cada uno con su impacto en el nuevo rumbo de las sociedades. Las guerras mundiales, el crack del 1987, la caída del Muro de Berlín, el ataque a las Torres Gemelas, la caída de Lehman Brothers en el 2008, más recientemente el Brexit, todos inesperados y con importantes consecuencias. Y el Covid-19, pendiente de conocer sus consecuencias.

Otra teoría, que podría aplicarse en la actual situación de crisis, es el denominado ¨Efecto mariposa¨. En situaciones de caos, nos damos cuenta de que el aleteo de este insecto en China puede generar efectos en todo el mundo. Relaciona el binomio causa/efecto, y la incidencia de las causas originales en las consecuencias de las vidas de las personas. En esta crisis, los economistas pretenden analizar el balance entre los retos de la sanidad, las libertades individuales y la posibilidad de la población para generar los ingresos necesarios.

Dentro del proceso originado por el coronavirus, y siempre por delante que lo primero es las salud de las personas, observo que algunas de las medidas económicas del Gobierno dan la sensación que toda la carga recae sobre las empresas, autónomos. Escuchando a la ministra de Trabajo, que dijo, ¨ningún trabajador puede perder su empleo por el coranovirus¨ y ¨prohibido despedir a trabajador alguno por este motivo¨. De acuerdo, pero… ¿no hubiera sido correcto y conveniente decir también ¨ninguna empresa solvente debe quebrar y cerrar por el coronavirus¨?

Posiblemente, haya que poner el foco en las actividades de las empresas, pero también se tendría que poner el foco en determinadas empresas, y tomar medidas que permita ¨mantener vivas a las empresas¨. Este concepto en mi opinión es muy importante. Si ¨ponemos en la UCI¨ a las empresas, muchas no sobrevirán. Habría que pensar qué medidas son convenientes para que los ERTES no se conviertan en ERES.

En la pasada crisis del 2008, se cree y se dice que los bancos fueron parte del problema, ahora personalmente pienso que serán parte de la solución. Actualmente, son mucho más sólidos, no tienen los enormes problemas de morosidad, disponen de liquidez, y la posibilidad, voluntad y disponibilidad para ¨abrir el grifo¨ a la concesión de créditos y préstamos.

Personalmente, me satisfacen más los buenos hechos, que las buenas palabras, me encuentro más cómodo en la acción, que en la propaganda. Soy consciente de lo imprevisto de la crisis, de la falta de referencias, de las difíciles, complejas y duras decisiones a tomar, pero… para gestionarla, ¿tenemos los mejores gobiernos posibles? ¿Se han tomado las medidas correctas, en tiempo y forma, y en el buen camino?

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