Opinión

Asignaturas pendientes

Francisco Javier Aguirre
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Según algunos expertos, Aragón y Asturias son las dos comunidades autónomas de España que más asignaturas pendientes tienen en cuanto a la recuperación de las obras de sus personalidades creativas. Ya sea en el campo de la literatura, el de la música, el de la investigación, y en general en las disciplinas artísticas, observan cierto desinterés que contrasta con el empeño de otras regiones por rescatar lo propio.

Afortunadamente hay excepciones. Sirva de ejemplo, en el terreno literario y también en el de la música popular, el caso de Javier Barreiro, colega en esta sección de Tribuna Digital, que sucesivamente nos viene dando cuenta de sus hallazgos.

También en el campo musical son varias las figuras que han investigado sobre nuestros compositores renacentistas y barrocos fundamentalmente. No es el caso de establecer una nomenclatura, pero sí el de citar un caso sintomático.

Desde hace varios años, un director de orquesta madrileño, José Luis Temes, Premio Nacional de Música en 2008, que ha ocupado el podio sucesivas veces en nuestro Auditorio, lleva empeñado en recuperar dos sinfonías, valiosas aunque hoy casi desconocidas, de Francisco Calés Pina, un compositor zaragozano de finales del siglo XIX, autor de numerosas obras de todo tipo, de la ópera a la zarzuela, de la música popular a la militar. Su figura ha sido estudiada someramente por algunos eruditos, hasta que el profesor Eloy Fernández Clemente ha investigado a fondo sobre la personalidad de este prolífico autor. Su estudio se ha publicado recientemente en la revista digital ANDALÁN y allí pueden profundizarse sobre la vida y obra del mencionado Calés.

Volviendo a los esfuerzos del Maestro José Luis Temes para sacar a la luz pública (y al oído público) ambas sinfonías, hay que saber que las exhumó de los archivos del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, que fueron estrenadas en sendos conciertos, que ya están registradas en una interpretación de la Orquesta de Córdoba, y que únicamente falta la edición discográfica de las mismas.

En ese sentido, el descubridor y promotor de estas obras casi olvidadas ha hecho sucesivas gestiones con las instituciones públicas aragonesas para obtener un apoyo económico de baja cuantía que permita darlas a conocer al gran público. Todos sabemos que no son buenos tiempos para la lírica, como reza el consabido dicho, pero si debemos aspirar a una recuperación de lo nuestro, en el sentido más ambicioso y generoso de la palabra, las sinfonías de Francisco Calés no pueden tardar en estar a disposición de los melómanos y de cualquier interesado en la creación artística nacida de y en nuestro territorio.