Opinión

Aragonesxs: Pilar Mustieles y Marco Ibarz

Han aparecido en el programa de Mejide, que a veces veo si es que no me duerme la canícula y me deja la boca abierta con goteta de saliva. Hoy no ha sido el día, anuncio tronada grado 6 Richter. Así que entre sorbo y sorbo de masagrán frappé –no es pipermint, pero sí de esa época- he asistido a un cursillo avanzado on line de liderazgo de verdad.

Porque los alcaldes de Caspe y Zaidín, en sentido genérico, han dado una imagen de capacidad de empatía con sus vecinos, saber estar y tener discurso impresionantes a nivel nacional.

No han llamado a Lambán, que se ha revelado un eficacísimo y senatorial dirigente de pandemias. Acompañado de quien estuviera, ha mantenido un discurso eficiente, tomado decisiones meditadas y tenido una gestión al frente de intervenir residencias que no se le puede repochar. Es de esos políticos que si no ha habido material no ha mirado a otra parte.

Esta semana han tenido que revertir a Fase 2 los municipios de nuestros protagonistas.

Es cierto que Aragón ha tenido un Gobierno con mayúscula, que la inversión no lo presupone, y una oposición no frentista y que otros para sí quisieran en el Estau. Al final va a ser que es que los líderes aragoneses de los demás partidos han sido alcaldes o concejales como los de la dedicatoria antes. Y no replicantes con toda una vida de juventudes de partido de las que te echan para cargo de confianza cuando llegas al dígito 4.

Tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras, los partidos novísimos repetirán esa dedicación especial de cachorros no gestores de vida. Y rebrotarán como los demás.

Sin embargo, cuando vienen mal dadas, estos son los servidores de los demás que resultan.

Y no todo debe ser elogiar, quien lo haga que son pocos como yo, a Fernando Simón. Ni siquiera a la brutal para bien consejera aragonesa de Sanidad. Toda una revelación Sira Repollés, de vocación caspolina y sanitaria. Ese tipo de personas, que también existen, que se alejan por timidez o dignidad de la vocación política de sus antecedentes.

Es entre ingenuo, descorazonador pero muy revelador que el nepotismo, que existe, muchos políticos de alto nivel no lo practiquen precisamente con sus familiares directos ni amigos personales. Ni ellos les dejan, porque tienen LA VIDA. O se dedican a sus intereses y vocaciones. Se lo tienen que comer con borraja para sobrevivir en política.

He empezado a escribir, tal es mi desafección, por ni siquiera leer por qué partido son mis aragoneses de hoy alcaldes. Da lo mismo, parece que Marco tiene una muy merecida carrera por delante y capacidad de gestión en esa escuela de buenos políticos que es la Diputación oscense, sean del partido que sean.

Los dos son de Aragón Oriental, de la Franja de Levante. Hablan catalán, seguramente incluso la caspolina, en la externalidad. Y han estado muy contenidos y brillantes. Daba gusto escucharles, sabían de lo que hablaban. Representantes dignísimos de lo que yo llamo el Aragón Feliz.

Marco ha recordado que todos tenemos una vida y una edad después del trabajo. Según la edad se asiste a fiestas, a reuniones y a lo que toca o elegimos sin pensar mucho que se trabaja en aglomeración o gran coincidencia.

Ha puntualizado que el brote afectaba a una empresa que es de las más importantes de Huesca y tiene un daño en imagen que ha hecho percibir en un medio nacional. Que en ella también, y en abundancia, trabajan gentes de Fraga, Binéfar, Monzón y su pueblo. Ha querido decir nativos, y le he entendido.
Se ha expresado muy bien, a la altura de su vecino Sender el escritor, y no lo tenía sencillo. Toda la prensa nacional vende frentismo y barbarie, rebrotes y refrotes. Ibarz, apellido de mi mejor amigo e inolvidable para mí, ha estado eficaz, eficiente, cálido y humano.

Cuando le han preguntado por la población de Zaidín ha dado una lección de derecho administrativo y ha dictado una sentencia contra el concepto rancio de empadronamiento. Ha dicho que Zaidín en temporada de fruta, que es mucha, tiene 3.600 y no 1.800 habitantes. Con ello, y a lo mejor no le conviene políticamente, ha puesto el dedo en la llaga del injusto reparto de fondos a los municipios basados en la población de derecho. No de hecho. Mucho menos de desecho, según tantos.

Permíteme el afecto, alcalde resuelto. Es cierto que una gran empresa frutícola está comprometida en su nombre porque es la Zona Zero. Bien, afecta a la tercera industria de Aragón, la fruta. Piensa que la automoción, que es la primera, y los mataderos de porcino de Binéfar, la segunda, corren idéntica suerte. La cuarta es el turismo, y ya tú sabes compañero…

Respecto de la alcaldesa de Caspe, impresionante intervención. Ha puesto los mismos puntos sobre las íes y las íes hasta griegas en cinco minutos, donde no se ha dejado nada. Hay que decir que también Mejide pregunta muy bien las preguntas que muy bien le escriben.

La alcaldesa, eso se nota, de todos los caspolinos ha recordado con pesar, al que me uno, que la suspensión de festividades ha dado lugar a la del Compromiso de Caspe. Que, esto lo digo yo, es una representación educada y diurna. Es una lástima que ante la duda todo esté bajo sospecha. Pero también es lo que hay.

Cuando le han preguntado por afecciones a su municipio, no ha dudado en afirmar que no hay que criminalizar ni señalar, pero se hace, a los temporeros inmigrantes. Has estado muy brillante, porque al bolero le han traído a caballo en un burro como un peirote, desde Castellote.

Y en tu pueblo hay cuatro esquinas, y las cuatro son de acero.

Efectivamente, planteamientos políticos de izquierda y derecha exquisita con bases solamente urbanas, no acaban de entender que racismo es clasismo. Y que ejercer racismo implica una fruta a pagar a tres veces su precio, no hablemos de costes, actual.

Ella lo ha expresado sin ser preguntada, felicidades.

Además de, en una frase, poner el acento en que Caspe está cerca de un pantano de agua dulce pero 500 kilómetros de orilla al que nadie puede ir a pescar, ni siquiera solo. Porque los protocolos para mantener la higiene de todo dan una pereza descomunal, el miedo allí está y eso se revela, como se ha dicho en otro momento del programa, en una Estación de Atocha de Madrid que parece un cementerio.

Orgulloso como aragonés de vosotros. Y de Sira, Lambán, el Gobierno y la oposición aragonesas; la Corporación zaragozana en su integridad y casi toda nuestra responsable sociedad civil que no es la primera vez que se crece y humaniza en el dolor.

Y que incluye como aragoneses de acogida a la población flotante que indican Pilar y Marco.

Porque hay políticos que saben de lo que hablan, que hacen dejación de vida y familia para organizar, que se lo ponen fácil a las cúpulas de sus partidos que se pueden dedicar al mamarrachismo genérico. Dirigido a tratar al personal como los gilipollas que quizás seamos si pensamos que el kilo de nectarina vale lo que vale por la ley de la oferta y la demanda. Y los intereses del fruticultor y de la cadena que lleva camino de comerse a todos los del medio.