Opinión

Rinocerontes grises

La pandemia nos ha descubierto que no solamente se dan las circunstancias de los cisnes negros, sino también han emergido ¨los rinocerontes grises¨.

Recordando lo expuesto en el artículo de abril, los ¨cisnes negros¨ en el ámbito económico es una teoría que describe o relaciona aquellos sucesos que ocurren por sorpresa, y que por supuesto, ningún analista había previsto ni tenido en cuenta, terminando con un gran impacto económico y repercusiones trascendentales. Y entonces se crean y suceden las teorías que explican cómo se podía haber evitado y cómo se debería haber actuado.

Entre muchas de las opiniones que se han vertido durante estos meses, una que me ha llamado la atención, es que para pasar la pandemia, se necesita ¨tiempo¨. ¿Alguien conoce donde se compra el tiempo? Lo tenemos complicado, pues el tiempo no se vende, nos lo van regalando día a día.

¿Comprar tiempo? ¿El dinero puede sustituir a la actividad? El comprar tiempo, según Fernando Trías de Bes, en su último libro ¨La solución Nash¨, consiste en suplir con inyecciones de dinero la caída de la actividad, con liquidez a las empresas y a las familias. Comprar tiempo saldrá más barato que destruir la economía. Sí, hay unanimidad en el criterio esencial de que tanto las empresas como las familias deben mantenerse vivas.

Y se denomina ¨rinocerontes grises¨ a aquellos grandes peligros, más o menos predecibles, pero que dada su magnitud no se actúa con la debida anticipación. Se ignoran amenazas y alarmas importantes, por los motivos que sean. La Covid-19, es el último caso. ¿Por qué no se actuó con la diligencia y eficiencia necesaria? ¿Desconocimiento, descoordinación, miedo…?

El rinoceronte, animal (con gran olfato y oído, y más de 1.000 kgs. de peso), que por donde pasa lo arrasa todo, da protagonismo a la metáfora adoptada por una analista política, Michele Wucker, para describir a aquellas amenazas que podrían ser predecibles, identificables, pero no se sabe muy bien porque circunstancias, no vemos, no sabemos o no podemos detenerlas a tiempo y aplicar las medidas convenientes.

Son reconocidos y admitidos como sucesos, que pueden denominarse como rinoceronte gris, la actual Covid-19 y su agente transmisor el coronavirus, a los terremotos catastróficos, la desertificación, el terrorismo y el terrorismo con armas químicas, las crisis del clima y/o cambio climático, y otro también actual y que se va a conocer como la nueva pandemia, la ciberpandemia, los ciberataques globales.

Según Michele Wucker, los rinocerontes más inminentes son el cambio climático, las desigualdades que se están generando con diversas brechas sociales, y junto con algunos economistas coinciden en el peligro que se vislumbra en el horizonte con el elevado nivel de deuda tanto pública, cómo corporativa y privada.

Sean estas o sean otras, parece ser que los rinocerontes está pastando por ahí, por todo el mundo, y sin intención de extinguirse, más bien lo contrario, atentos a nuestras debilidades, a la espera de atacar por cualquier flanco que dejan las sociedades. Y parece ser que la poca voluntad real de eliminarlos es manifiesta.

En mi opinión, califico como rinoceronte gris, a la actual situación en nuestro país. Cada vez tiene más relevancia, el concepto ¨España contra España¨. Nos estamos convirtiendo en el Estado más polarizado del mundo. Me preocupa se haya desenterrado (y potenciando) el ¨ellos¨ contra ¨nosotros¨. Confío no nos ¨aplaste¨.

A todo esto, resulta que de nuevo se produce ¨un milagro¨, o no milagro, puesto que a veces el trabajo obtiene recompensa, y el equipo de fútbol altoaragonés la S.D. Huesca logra el título de campeón y el ascenso a la primera división del fútbol español. Generando ilusión, emoción y satisfacción en la sociedad, y con la consiguiente repercusión económica…¿a este efecto como lo denominaríamos… ¨Caballo blanco¨?

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