Opinión

Educación financiera, ¿escudo ante las crisis?

Durante este mes de octubre, se celebró el Día Mundial de la Educación Financiera. Este año, bajo el lema ¨Finanzas responsables, finanzas para todos¨. ¿Cómo se materializa esta cuestión en la relación entre clientes y entidades financieras? Se pretende que todos apliquemos responsabilidad en la gestión de nuestras finanzas.

Al llevarse varios años celebrando este día, y ya se ha cuestionado bastante si los bancos son responsables, hoy la pregunta es ¿somos clientes bancarios responsables? Pero… ¿Ya está la sociedad en general dispuesta para responder a este pregunta?

Según un reciente informe del Banco de España, el 75% de los ciudadanos españoles, admiten que deben mejorar sus conocimientos en esta materia. Y hasta un 42% reconoce que no entienden muchos conceptos financieros. La incultura o falta de cultura y educación financiera básica, de muchos conciudanos es manifiesta, debido a mi juicio por la inexistencia de formación en finanzas básicas, tanto en colegios, como institutos e incluso en universidades. Si los programas educativos deben formar, para la vida… ¿qué mejor materia para enseñar desde niños que las finanzas personales?

Aspecto relevante también es que, según el Banco Mundial, todavía 1.700 millones de personas no tienen acceso a servicios financieros básicos. Motivos ambos, la falta de educación y la imposibilidad de acceso a los servicios bancarios, hace que desde organizaciones mundiales, se recomiende a los sistemas bancarios nacionales, asuman estas funciones, y organicen programas para concienciar a los ciudadanos de que unas finanzas planificadas pueden ser importantes para ayudarnos a cumplir los objetivos de nuestra vida económica.

Todas las entidades llevan varios años implementando sus programas de educación financiera. A nivel mundial, hay entidades que han asumido el compromiso de empoderar a 10 millones de personas, con programas internacionales de duración 6 años. A nivel nacional, el año pasado 600.000 personas se beneficiaron de los diversos programas y acciones formativas en esta materia.

La crisis del 2008 fue en cierta medida el motivo y arranque para concienciar a las entidades y a la sociedad, en la necesidad de impulsar e implantar los programas de educación en finanzas básicas. Personas en situación de vulnerabilidad, niños y jóvenes, personas mayores para adaptarse a un mundo digitalizado, e incluso a las mujeres, son cuatro segmentos de población que en mi opinión deben ser animados para que conozcan y asistan e este tipo de iniciativas.

Y cuatro líneas que deberían ser el foco de las actuaciones, hacer muy entendibles los conceptos bancarios, eliminar o reducir las brechas/diferencias de entendimiento entre entidades y clientes, proteger a los más vulnerables con acciones específicas, y sobre todo hacer lo posible a para mejorar la transparencia y educación, porque cuanto más y mejor formados estén los clientes, mejor serán las entidades.

La educación no es la respuesta a la pregunta, la educación es el medio para encontrar la respuesta (William Allin). Entiendo y defienda que una buena educación financiera, es el mejor ¨escudo ante las crisis… y ante la vida¨.

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