Opinión

Verde Teruel

Francisco Javier Aguirre
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Hace poco más de un año, la revista cuatrimestral Verde Teruel alcanzó su número 50. Nacida en 2003, ha mantenido un ritmo constante, con tres apariciones al año. Todo un ejemplo de esfuerzo y persistencia que demuestra la vitalidad y el empeño de algunas personas para contrariar la extendida –e incluso tendenciosa– consigna de la España vacía.

Teruel no pertenece a esa entelequia. Lo vacío no tiene contenido. Y basta echar una ojeada a cualquiera de los números de la revista que publica la editorial Dobleuve, bajo la dirección de José Ignacio Perruca, para comprender que la provincia no puede inscribirse en esa dinámica catastrofista impulsada por algunas mentes presuntuosas.

El número 50 de la revista que tiene como lema “Teruel, paraíso terrenal”, celebra la efemérides y recoge 50 experiencias vivas debidas a una treintena de autores, destacando algunos de los elementos más valiosos de la provincia, desde el punto de vista paisajístico, turístico y cultural; con algunas incursiones a los componentes fundamentales de la idiosincrasia turolense, tanto en el terreno industrial como agrícola y ganadero.

Los tiempos y las tendencias cambian por la propia dinámica natural de la vida y de la tecnología. El pasado minero de Teruel es ya historia, pero ahora se ha convertido en un testimonio de la laboriosidad que presidió diversos enclaves en el centro y sur de la provincia durante muchos decenios. Y se han desarrollado iniciativas museísticas de gran interés en varias de las poblaciones que durante decenios vivieron del carbón, fuente de energía indispensable para el país hasta que las exigencias ecológicas y las dificultades económicas han decretado su cierre.

En Zaragoza se presta poca atención a la provincia de Teruel. Podría recordar algunas anécdotas lamentables durante mi etapa como responsable del Servicio Provincial de Cultura y Educación, al comienzo de la etapa autonómica. Pero agua pasada no mueve molino.

Ahora es preciso atender a las nuevas líneas de actuación, para lo que la revista Verde Teruel, que ya prepara su número 54, es una guía de orientación y conocimiento. Según Eloy Fernández Clemente, turolense de gran prestigio, uno de los promotores y protagonistas del Renacimiento cultural de la ciudad en los últimos años 60 y primeros 70, junto con Labordeta, Sanchís Sinisterra y otros destacados profesores, además de fundador y director de Andalán, que se sigue publicando, ahora en versión digital, la revista Verde Teruel es “excelente, muy bellamente impresa, pero poco conocida”. En su opinión, habría que buscar nuevas vías para promocionarla, también entre los zaragozanos que apenas conocen esta provincia y sus atractivos.