Opinión

Etimología de las principales ciudades oscenses

Iniciamos ciclo para no dar tanto nombre por supuesto. La denominación de lugares no deja de ser una convención humana pero también es una losa que se arrastra para bien o para mal durante generaciones.

Viajaremos por todo Aragón partiendo de su norte. Así, en la provincia de Huesca, las cabeceras comarcales y ciudades principales presentan nombres con el siguiente significado etimológico aproximado de norte a sur y oeste a este:

Jaca: primera capital de Aragón, antes asentamiento capital sede de la tribu iacetani, prerromana (vascona o ibera, no celta) donde el río Aragón gira al oeste y se pone el sol en Santiago. Comparte raíz con su “iak” se afirma que con Aquitania, lo que implica presencia de habitantes celtas del norte entre la tribu. El Puerto de Palo, punto de trasiego permanente lo que atestiguan los menhires de Oza.

Sabiñánigo: podría derivar del nombre de lugar de sabinas, pero indica como otros lugares en el valle del Ebro la presencia de una finca romana que sería propiedad de un tal Sabiniano (con acum como sufijo gálico), erigida como lugar de descanso o parada de postas entre Cesaraugusta, Osca y los baños de Panticosa. Curiosamente para la misma función especializada que aún tiene.
L’Ainsa: lugar de pastos en ibero-euskera, se corresponde con su ubicación soleada y fértil. Otra acepción común de prado como pasto es Larra, presente en Roncal.

Benasque: existe una importante localidad francesa en Provenza y montañosa también que comparte nombre con v, como sucede con Berdún. Ben en lenguaje céltico galo es una de las formas de decir montaña, con un sufijo final relativo a la misma. Como dun, de la localidad citada, Gordún y Navardún indica castro poblado celta (todos los whiskys escoceses de alcurnia renombrados empiezan con dun, como también Dunedin ciudad, acepción celta de Edimburgo así mismo: castro de Edín).

Ayerbe: en ibero-vasco, tribu nómada que pastoreó hasta estos pagos, significa bajo la loma (ahier behe) lo que se advierte en la morfología de la población. Más todavía cuando se la compara con Ayerbe de Broto.

Huesca: del prerromano íbero precioso nombre Bolksan, se ha denominado Osca y Walqa. Importantísimo centro universitario de la provincia Tarraconensis y hasta la fundación de la Universidad de Zaragoza. Hay tesis también sobre que puede significar repoblada por legionarios colonos oscos italianos, pueblo de montaña apenina semejante al Prepirineo (casualidades).
Alquézar: de al-kezra, pudiendo significar azud o corte de agua para riego.

Barbastro: derivado del nombre romano Barbastrum adoptado por Muza para fundar un asentamiento. Del nombre Regio Barbitania, asentamiento para controlar la tierra de enorme calidad de su feraz entorno. Este prefijo está presente en otras poblaciones como la navarra Berbinzana y puede significar que los colonos fueran no ciudadanos romanos.

Monzón: mont-rodón o redondo por el cerro en que se asienta su castillo templario. Existe un curioso Monzón de Campos palentino. Ahora bien, no fue sede de Cortes ni asentamiento fundamental para su Corona como el oscense.

Graus, del romano gradus, describe un lugar asentado sobre paso estrecho del accidente geográfico que sea. Por ello existen numerosas poblaciones en la Corona de Aragón que se llaman Grau sin s y que son puertos en forma de bocana estrecha, como los de Valencia o Castellón. También en Huesca hallamos El Grado tras congosto del Cinca.

Benabarre: división de opiniones como origen de Benavarri pues contiene un aben árabe inicial, de dinastía o tribal, pero el sufijo final íbero-euskera berri. En una comarca como Ribargorza en que existen toponimias como Güerri, del rojo gorri.

Binéfar y Tamarite de Litera: asentamiento de los Ben-Affa de la taifa leridana el primero, compartiendo el segundo etimología con el árbol que crece en suelos salitrosos tamariz, pero que parece que pudo significar también balsa en árabe. La Litera es una superficie plana entre montículos como sucede con el Fondo de Llitera en Fraga.

Sariñena: contiene el sufijo enis patronímico romano pero parece compuesta de sa, cereal; ara, tierra en ibero; agan, ancha o mucho (río Aragón) y final en ain como en euskera de lugar. Dado que el nombre Sarino o Sarín no se daba en latín como genus.

Fraga: en Galicia es bush, lugar de bosque impenetrable, normalmente de castaños y tejos. La de Aragón se afirma que viene de cierta población Flaouaria cercana a la fundamental Villa Fortunatus. Recibió el bellísimo nombre árabe durante la Baja Edad Media de Medina Afraga siendo el Cinca, su río de las aceitunos (nahr al zaitun).

Por cierto que la etimología de Pirineo es de origen griego, parece que por un incendio que vieron en sus lejanas montañas en la costa cercana a Ampurias navegantes griegos.

Otras poblaciones con relevancia tienen el siguiente significado aproximado: Almudévar (como otras Almodóvar al sur de Madrid) significaría algo aproximado a Monzón en árabe, lugar redondo como así es el pueyo de su castillo; Grañén, propiedad del terrateniente Granius; Alcubierre y su sierra, no es árabe sino ibero “de colinas separadas”; el pueblo natalicio de Sender, Chalamera, es de curioso origen pues viene del vocablo judío sefardí para palomar; la sierra de Guara toma su nombre del Tozal de Guara y viene del ibero-guar o torrenteras; más arriba encontramos toponimias patuesas como la de Chistau con parentescos con las lenguas de oc; la de Boltaña de la romana Boletania; Biescas, que comparte etimología con Vizcaya (lugar en altozano o con ellos) y restos de valles en los que otro día nos adentraremos.