Opinión

Guía de Zaragoza según las paradas de su tranvía: estaciones de la Margen Izquierda

El célebre escritor griego especializado en novela negra Petros Márkaris ha radiografiado la historia de Atenas, desde villorrio abandonado a su suerte con escasos vestigios de su gloria pasada de finales de la dominación turca de Grecia a la actual metrópolis receptora de la inmigración de los griegos de la diáspora pero no de Jonia expulsados por Atatürk e hijos S.L. (hoy Gundogania) a la actual proveniente de la Europa Balcánica o de África.

Hay pateras que salen de ese pacífico país que a todo el orbe nos interesa no controlar called Libia.

En curioso libro-guía, el autor se sirve del mismo para centrar las ubicaciones de los delitos que investiga su personaje cenital: el comisario Jaritos. Componiendo un friso de descripciones del carácter de cada barrio o entorno de parada de la línea norte sur del primer ferrocarril-metro-cercanías de la capital, que la vertebró con el tiempo. Comenzando desde el Pireo y terminando por La Moraleja o La Junquera de turno.

Aprovecha para ilustrarnos en parte sobre su propia historia, puesto que el autor proviene de familia griega de Estambul. Así, revela el barrio donde vive, cómo gusta de su cultura de calle superviviente y se detiene en la colonia de refugiados que utiliza como escenario de vida de uno de sus personajes: el viejo comunista Lambros, alter ego del autor, un desplazado de extrarradio de parcela.

Curiosamente el tranvía de Zaragoza que se construyó sobre entornos ya urbanizados no ofrece similitud en cuanto a, a partir de su trazado, escribir la historia de la ciudad sino reciente. Eso no quita a que hagamos el intento por bloques y no parada a parada pues no podemos extendernos más de 100 páginas como él, además de hacerlo de norte a sur y no como lo hace el autor citado.

Hoy nos da para versar y detenernos en las de la Margen Izquierda, en sus orígenes históricos barrio de cobradores de los impuestos del Puente de Piedra, de hortelanos: la profesión del Tío Jorge (véase la reciente expropiación del ACTUR o Ranillas) y, a partir del siglo XIX, de ferroviarios, obreros y posteriormente los menos numerosos emigrantes y sus familias con origen en Huesca que residimos en Zaragoza.

El tranvía se detiene en las paradas de Parque Goya, Juslibol, Campus de Ciencias UZ, numerosas del ACTUR en Gertrudis Gómez de Avellaneda-María Zambrano y Ranillas-Televisión de Aragón.

Diferentes desarrollos urbanos a partir de los años 70 en Zaragoza han tenido como ámbito las superficies antes inundables de las huertas de Ranillas, al oeste y este, en Balsas de Ebro Viejo, Zalfonada y San Juan de la Peña de la autovía de Huesca desde el puente de Santiago (Avenida de los Pirineos).

Han albergado a los emigrantes de los 70, los anteriores con éxito económico y. sobre todo, a los hijos de los emigrados a la ciudad Polo de Desarrollo de Franco en Malpica y Cogullada que han subsistido como clase media o media-baja Agrupándolos en torno a manzanas de bloques junto a hipermercados o hasta en unifamiliares pareadas con edificabilidad menor, cercanas a los hospitales públicos y privados de la Margen Izquierda. Sus padres se han quedado en San José, Las Fuentes, Delicias o el Barrio la Jota. Son los principales usuarios de la línea.

Los bloques o viviendas de más calidad tienen la virtud de pasar desapercibidos y dar a calles o andadores arbolados, no muy cuidados y que van envejeciendo en diseño. Eso sí son lugares aptos para que circule el cierzo en situación de pandemia, saludables. Son hijos de la Bauhaus alemana, de la arquitectura de Le Corbusier y del urbanismo racionalista centroeuropeo desarrollado en Tel Aviv.

El tranvía arranca de la parada que da servicio a los hospitales de la MAZ y cercana al general del Royo Villanova. Sitos en lugares expuestos al cierzo, abiertos, desde los que se ven cintas de huerta el valle del Bajo Gállego. No es lo mismo convalecer en entornos hospitalarios sitos en zonas densas, como en el caso del Clínico Universitario, que en estos remansos de paz sin servicios.

También la Universidad de Zaragoza desplazó de su abarrotado campus original las disciplinas científicas y laboratorios a su Campus Río Ebro erigido en los años 80, con muy buenos resultados de colaboración con industrias tradicionales arraigadas en Aragón. Es un entorno que permite investigar y conseguir unos entrenamientos atléticos con sosiego y detenimiento.

El recorrido del tranvía es un intercambiador que pueden utilizar los ciclistas para, por el magnífico carril de Juslibol, acercarse a esos entornos de bosque de ribera y páramo que son los mejores espacios urbanos verdes de la ciudad, y entre los mejores europeos.

La pastilla central del ACTUR permite el acceso a las dependencias judiciales y sitas en la antigua EXPO 2008 como al Parque del Agua, excelente ejemplo de parque sostenible.

Los centros comerciales ya no gozan de la centralidad que tuvieron cuando destacaban entre la escasez de estas propuestas en la ciudad. Ahora se percibe una cierta saturación de oferta y se han quedado relegados a dar servicio al barrio y poco más.

La televisión de Aragón se erige en la Avenida de Ranillas desde 2006, vía que se embellecería y urbanizaría con calidad como una de las puertas de la Expo 2008 y protagonista de la novela más afamada de Manuel Vilas cuyo nombre aparece en el siguiente párrafo.

El tranvía en su viaje hacia el sur deja a su derecha el histórico y racionalista Centro Deportivo Helios, de 1925, hijo de las políticas higienistas y centro de práctica deportiva y baños, en ausencia de mar, de los primeros excursionistas al Pirineo. Pariente por tanto de la declaración de Ordesa como Parque Nacional en 1918 y la culminación con la construcción de la Estación de Canfranc de la vía férrea que arrancaba en el Barrio Jesús.

Atraviesa la línea el Ebro para internarse en el Casco Viejo por el Puente de Santiago, exponente de ingeniería racionalista inaugurado el año de mi nacimiento según proyecto del ingeniero Tomás Mur, es muy bello contrapicado, fotografiado desde la orilla del Ebro en imagen estilizada de sus arcos enmarcando el Pilar y el medieval, que no romano, puente de piedra caliza.