Opinión

Buñuel y Pizarro, sociedad por acciones

Tejeremos un texto dedicado a esta inverosímil pero turolense pareja, cuyos intereses en común quizá solamente abarcarían la pasión por el jamón de cerda, huevos trufados y aceite y melocotones, compartida incluso por oscenses. El enchufe hembra de Buñuel en Madrid pongamos que fue más Pepín Bello, simpático laurentino, que Dalí o Lorca. Aquella salsa de todos los caracoles que fue a finales de los 20 en la Residencia de Estudiantes don José Bello Lasierra.

Teruel ciudad organiza este fin de semana uno de esos encuentros lógicos pero que tienen que ser ocurrencia de alguien. Mueve más personal un fin de semana convertir a la ciudad mudéjar en plató, como si de un concurso de pintura rápida se tratara, y ponerle a la actividad el nombre de “Desafío Buñuel” que dinamizar con actividades de cultura urbana el museo del cineasta en su localidad natal de Calanda.

Dudamos mucho del interés de las nuevas plataformas como Netflix, esas que se ven en cualquier hogar, en programar el cine del genio surreal. Cuyo nombre Teruel ciudad usufructúa abriendo su paraguas, cosa rara, al Bajo Aragón. La relación de infancia con Aragón, Luis Buñuel la tuvo con la Zaragoza de Ramón y Cajal.

Este fin de semana que viene Teruel ciudad se volverá a llenar de actividad, de esa propia del otoño o invierno que hace ciudad. Los financiadores de la idea no institucionales son nada menos que la Fundación Tervalis, con una labor determinante en investigación y desarrollo de economía social pero también crucial para el crecimiento de la superficie de lavanda plantada en los altiplanos del Jiloca y del Alfambra, como también la principal óptica y joyería de la ciudad.

La iniciativa empresarial turolense está implicada en la idea, y así el certamen tiene todas las garantías de consolidación y moverá economía pero no menos que eso, esparcirá glam de ladrillo vitrificado destino todo el cine español.

Estas empresas maduras e interesantes, comprometidas con territorios despoblados pagando los mismos impuestos que las radicadas en lo que crece por castigo y saturación, van a pagar como todo quisqui una luz a precios astronómicos (o trufados o de grasa infiltrada de cerda).

Sí, y otro turolense es el que más sabe de la causa, origen, consecuencias y no excepciones que padecemos los territorios que recibimos a cambio de arrendamientos para los ayuntamientos, la carga demencial de ver todo el páramo en lo que no esté protegido ocupado por energéticas.

Algunos ayuntamientos gallegos tienen mala conciencia y están devolviendo parte del alquiler de los molinos en forma de ayudas a sus jubilados de renta escasa, vecinos o actividades. Aquí en el Aragón de la tierra noble e interminable nada se dice al respecto.

Porque parece ser que de la deuda contraída por la pandemia vamos a salir con un gobierno socialista, al que resulta más fácil planteárselo que a otros porque no va a echar a la gente a la calle, con inflación e impuestos indirectos. Por la vía de no tocar nóminas, subir el salario mínimo pero que se revierta –en general y sin excepciones que no sean clientelismo- en mayor parte en adquirir servicios de primera necesidad.

Pizarro presidió Endesa cuando esta película surreal despegó del aeródromo de Caudé en los 90, vivió la privatización, opas y venta de la compañía. Nadie le está preguntado cómo modular para Aragón este nuevo efecto que abre una brecha más grande entre gentes con proyecto vital y empresarial y resto, todos los abuelos que han superado en Covid incluidos menos los que piensan que su jubilación de oro se pagará por mil euristas.

Con todo lo que ha pintado en Madrid, este ex político desde lo exógeno bien que nos podría alumbrar. Creo que él se siente aragonés… como el super arzobispo de Cretas Omella… Igual es que están en ideas más grandes que no se esponsorizan desde Teruel.