Opinión

Alargar la vida laboral y la edad de jubilación

José Luis Escrivá es el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Entre otras cosas es también un gran economista, un técnico con mucha experiencia y que no suele decir las cosas por decir. Coyunturalmente en su intensa vida profesional ocupa ahora un lugar destacado en el Gobierno y poco sospechoso de estar en posiciones contrarias a los trabajadores, dado el arco parlamentario que representa y en el que se inscribe.

Recientemente en unas declaraciones, no exentas de polémica de cierta importancia, ha comentado que hay que trabajar cada vez más entre los 55 y los 70-75 años. Las declaraciones no han sentado muy bien en algunas zonas políticas y en algunos agentes sociales, ciertamente de importancia, relevancia y consideración.

La Seguridad Social y las pensiones son mucho más que un tema financiero y de equilibrar cuentas, de equilibrios financieros entre ingresos y gastos, entre pagos y cobros. Pero no es menos cierto que la parte financiera y los mecanismos de financiación están ahí, donde hay que analizar las fuentes financieras, quizás remodelarlas e, incluso, pensar en financiación vía impuestos, no siendo necesario quizás nuevos impuestos sino analizar algunos beneficios fiscales y aflorar economía subterránea, entre otros aspectos.

Si además añadimos en la coctelera de análisis y reflexión las tendencias demográficas (incluidas la modulación de las de migración que contribuyan al sistema) y las tendencias europeas en este contexto, está claro que se va a tener que hacerse mucha pedagogía cultural y de cultura financiera para incidir en dicho sentido. Tenemos un problema de miopía financiera y jurídica si sólo queremos Europa para ver lo que nos interesa, ya que España es, en general, un caso raro en Europa puesto que la proporción de personas activas mayores de 55 años se está reduciendo. Tampoco se trata de confrontar a los digamos júnior con los sénior, ni pensar que a los 70 años determinadas personas y en determinados sectores pueden hacer una labor similar a la que hacían a los 35 años.

El Sistema de Seguridad Social y Pensiones es sostenible en el corto plazo, pero en el medio y largo plazo hay que tomar diversas medidas pudiendo también ayudar fenómenos exógenos como la inmigración y la inversión directa extranjera. Para la sostenibilidad financiera un aspecto importante también es que converja mucho más la edad real de jubilación con la edad legal, por lo tanto se está en la buena dirección con desincentivar al máximo en general las jubilaciones anticipadas e incentivar la actividad más allá de la edad legal que necesariamente debe irse gradualmente alargando.