Opinión

¿Trato de favores o favores de trato?

Dedicado a Miguel Ángel Otín, mejorador de títulos…

La administración no tiene perras, pero gasta más que nunca, paga las pensiones sobrada con 20 céntimos de gasoil y zumo de frutas con azúcar al precio duplicado del botellín de Ambar.

La estatal pretende elevar su presupuesto de auto-defensa y coincidiendo se dividen las unidas, se sacuden las concertinas y pierden vidas inocentes, para constatar la envergadura estratégica de España para Occidente (hay un Santiago pero Pedro cierra España, es hasta poético). Entre tanto, el velado trío Argelia-Marruecos-provincia y matrícula de SH que llevaban los coches, con el puerto estratégico mundial de Las Palmas a un paso, no se conforman con ir a la espinilla en la Copa de Fútbol de África, oír el mismo raí y comer cuscús de cebolla y pasas en caldo de pollo con comino y sus respectivas alianzas uso-rusas nos la lían parda en precio de gas, cortes de suministro o justificación de que necesitamos una legión a la altura del paso del Estrecho de Franco.

No parece el momento oportuno socialista de llevar críos de Tindouf a las piscinas este año, huele como a caspa de otra generación, de cargarte por glam social de responsabilidades que no tocan permutadas por caniches (y los que hay, han cambiado, que decía Celtas Cortos).

Las administraciones autonómicas presentan inversiones pagadas por la resiliencia esta para arreglar carreteras, terminar hospitales… lo que nunca han podido por impotencia. Para arreglar y terminar, cuál es el riesgo. Ya le gustaría a Aragón que la Diputación de Zaragoza pudiera entrar a conservar las vías autonómicas, pero no es así.

Ayuntamientos como Zaragoza ya hemos visto que cierran cicatrices urbanas desde cualquier otro presupuesto de los suyos, ponen flores a cascoporro, enronan de conciertos (es casi obligatorio salir a más este año que kilos de pescado azul por persona se comen en Aragón) con inversiones de las europeas o de sus sociedades.

Pero vas a algunos parques como cliente de los antiguos de veladores para echarte granizados y cervezas frías, dejándoles Salou a los gerentes y concejales, y te encuentras que están algunos vacíos, dizque en proceso de mejora por inversión y concesión.

Claro, como se denunció que pasa la semana pasada en Cuatro en grandes mega infraestructuras, cuando concentras, Azcón, se acaban creando oligopolios por el liberalismo perfecto hasta de los de poner cañas por antiguos modistos. Qué casualidad que ahora interesen las terrazas, es una de las riadas traídas por la pandemia, y que se mezcle gestión con renovación.

Eso encarece el contrato, bien, deja nuevo diseño que revierte al Ayuntamiento (discutible el envejecimiento de estas estructuras, ver instalaciones de restauración del Puerto de Vadorrey), pero el efecto fundamental que provoca es expulsar a hosteleros normales de la competencia.

Dado que un pringao cualquiera solo puede ser subcontratista porque no cuenta con una solvencia económica por el importe total del negocio: que exclusivamente tienen la alta restauración y conglomerados de servicios. Con exigirle al de la subcontrata el mismo vía crucis de exigencia…

Leí recientemente un libro del juez Bosch, una historia de la corrupción en España llamada “La Patria en la Cartera” que debería ser literatura recomendada a partir de ESO como troncal, para cualquiera.

Según los datos que más que arrojar vomita, las concesionarias de trenes, saltos de agua, hoy fracking, para construir las primeras líneas, derivadas de las de las minas de carbón y hierro de Vizcaya y Asturias, nunca prestaron del todo el servicio a su riesgo y ventura. Pagándose cantidades estratosféricas para la época al surgir RENFE en los 40 por los beneficios aparentes pendientes a sus significados y leales propietarios, los otros grandes de España (el apellido vasco o catalán da lo mismo, amics fins a l’infern, diría el capataz de la mina de Mequinenza).

Tranvía de Zaragoza, residencias de ancianos públicas a 20 años, mañana bares de parque, ayer pistas de pádel, cualquier político de los partidos de los de rotar (Sánchez Sagasta sucedido por Dato Feijóo) se comporta como el presidente Laporta con la deuda del Barça, compromete activos, expulsa a honrados arrendatarios por poco solventes y si entran Vox, CHA en autobuses de línea-taxis oscenses o Podemos, allí tienes que te comas 18 años pendientes con el que yo te dejo (no vamos a entrar en que sepas que me financia legalmente porque te echo del expediente por enemistad y por recusación).

El juez Bosch ponía el acento en el enriquecimiento de Franco familia S.L.U., sus ministros cuyos hijos son presidentes de emporios (de los que tres tendrán tuneladoras)… en un escenario que entiende no superado, del que Pujol, los ERE, Juan Carlos R, los fontaneros que son pocos pero también hay honrados del PSOE o PP no parecen sino que se hayan repartido las migajas. Qué hubiéramos hecho en su lugar, cuando viene un bancario del pueblo llano a rendirte trucada pleitesía.

En administraciones arruinadas, mete guerra y aumenta la recaudación por IVA; tramita concesiones y así sube el valor estimado del contrato.

Eso sí, en el Parque de San Pablo en plena ribera chic de Belloch suerte que algún loco aún dejó proyectada una fuente pública para beber los ciclistas agua caliente. Algún arquitecto sería al que le pidieron que priorizara el ambigú, que decía García Nieto, y tuvo piedad de quienes usamos el espacio público por caridad, como dentro de La Seo se está bien fresco.