Opinión

Aún no ha llegado a los 100 días la nueva junta directiva zaragocista, pero no pinta nada bien

En la Tribuna del mes de junio titulaba "100 días a la directiva del Real Zaragoza", una tradición arraigada que habría que dar a los nuevos accionistas del Real Zaragoza para analizar aciertos y desaciertos y así poder vislumbrar lo que podrá esperarse del resto de su mandato.

Todavía no se han cumplido, pero tanto deportivamente, por resultados, como por nuevos fichajes e incorporaciones todo indica que estamos con más de lo mismo de las últimas nueve temporadas en Segunda División con Agapito Iglesias y la Fundación 2032.

Estamos prácticamente igual que la temporada pasada. Tras la tercera jornada y también contra el Cartagena, todavía no hemos inaugurado el casillero de goles a favor, cero goles en tres partidos y dos puntos de nueve posibles. Estos números hoy serían de descenso o de mucho sufrimiento como pasó la pasada campaña.

Está clarísimo que este equipo no tiene gol y en Segunda División, donde los partidos son muy ajustados, si tienes un fallo defensivo que te cuesta un gol y eres incapaz de reaccionar, la derrota está asegurada. Cierto es que la expulsión de Grau fue cuando menos muy rigurosa y el gol del Cartagena fue mano de De Blasis y no debería haber subido al marcador, pero ya estamos como casi siempre con las caprichosas decisiones del VAR.

Poco más dio de sí la tercera jornada en Cartagonova. Ahora veremos lo que dan de sí los ejecutivos Raúl Sanllehí y Miguel Torrecilla en los escasos cuatro días que quedan para el cierre del mercado de fichajes el próximo 1 de septiembre. El presidente Jorge Más en los despachos de Alcaldía y Presidencia del Gobierno ha transmitido que les urge el ascenso, pero que hay que ir paso a paso y que están dispuestos a participar en el proyecto de la nueva Romareda puesto que el equipo y su afición son una joya y tiene que regresar a la Liga Santander.

Bueno, pues si es como dice el Sr. Más, ahí está próximo el 1 de septiembre que es la fecha clave. A ver si son capaces de hacer un equipo competitivo y tienen soluciones más creativas que las de reducir un 10 por ciento el salario de la plantilla para hacer algunas incorporaciones imprescindibles, sobre todo en la delantera y si no inyectan liquidez, igual tienen que poner en marcha alguna palanca financiera como las que ha puesto de moda el Barcelona…