Opinión

México lindo y querido

Para la gente de mi generación, México fue todo un mito durante nuestra infancia. Sabíamos de forma imprecisa que no existían relaciones diplomáticas entre los dos países –no se restablecerían hasta 1977–, pero ello no era óbice para que se aplaudieran personajes de gran relieve en lo cómico y lo artístico, como Mario Moreno, ‘Cantinflas’, o Jorge Negrete.
Francisco Javier Aguirre
photo_camera Francisco Javier Aguirre

Para la gente de mi generación, México fue todo un mito durante nuestra infancia. Sabíamos de forma imprecisa que no existían relaciones diplomáticas entre los dos países –no se restablecerían hasta 1977–, pero ello no era óbice para que se aplaudieran personajes de gran relieve en lo cómico y lo artístico, como Mario Moreno, ‘Cantinflas’, o Jorge Negrete.

Entre el enorme florilegio de temas populares surgidos a lo largo del tiempo, me detengo en la canción compuesta por Jesús Monge Ramírez, ‘Chucho Monge’, hace aproximadamente un siglo, por dos razones: la primera, por su carácter emblemático, y la segunda, porque el autor nació en Morelia, capital del Estado de Michoacán, lugar que tuve el privilegio de visitar, comisionado por el Ministerio de Cultura, a principios de este siglo. Su título inicial fue México lindo, sin más.

Quienes primero la grabaron, en 1945, no tuvieron éxito, hasta que un lustro después, en 1950, la interpretó Jorge Negrete protagonizando la película Siempre tuya, de Emilio Fernández, ‘Indio Fernández’, el gran director mexicano. A partir de ese momento se convirtió en el himno oficioso del país, aceptado y aplaudido por todo el mundo. Sigue siendo considerada la mejor canción mexicana del siglo XX.

La pieza se hizo inmortal precisamente cuando Negrete la predestinó para su epitafio: “México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí”. Al fallecer el 5 de diciembre de 1953, en Los Ángeles, su cuerpo fue trasladado a México y esta canción se interpretó en su funeral.

A pesar de las desafortunadas declaraciones del actual presidente mexicano, López Obrador, malinterpretando la historia de lo que fue, ya desarticuladas por los expertos, las relaciones entre los dos países se mantienen en un magnífico nivel. Sería imposible citar a la pléyade de músicos, escritores, realizadores, actores y artistas que han enriquecido nuestro común patrimonio cultural. Pero hay alguien a tener en cuenta cuando tratamos de los vínculos entre México y España: Luis Buñuel que, además de español, era aragonés y desarrolló buena parte de su actividad en México.

Para sintetizar la relación entre nuestros dos países, voy a limitarme a citar la figura del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Lázaro Cárdenas (1895-1970), que precisamente antes fue gobernador del estado de Michoacán, donde también había nacido, quien en 1936 y años sucesivos acogió a buena parte de la diáspora intelectual y artística que provocó en nuestro país la Guerra Civil.

Todo lo anterior viene a realzar, como magnífica guinda del pastel, la presencia en nuestro Auditorio el próximo lunes, día 10, del emblemático Mariachi Vargas de Tecalitlán, que recorre el mundo celebrando su 125 aniversario. Será un privilegio escuchar su versión de ‘México lindo y querido’.

(Una advertencia gramático-fonética para finalizar: no se pronuncia la X del país o la canción: se hace con J, pero a nadie se le ocurra jamás escribir Méjico. Siempre MÉXICO).