Opinión

En defensa de la ambigüedad emocional

Ambigüedad es la receta que nos ofrece Peterson, un famoso psicólogo norteamericano. Señala este autor del famoso libro “12 reglas para vivir” que estamos confundidos cuando creemos que las cosas que nos pasan son malas o son buenas.

Ambigüedad es la receta que nos ofrece Peterson, un famoso psicólogo norteamericano. Señala este autor del famoso libro “12 reglas para vivir” que estamos confundidos cuando creemos que las cosas que nos pasan son malas o son buenas.

De una parte, las personas nos pasamos la vida buscando la seguridad. Buscamos la seguridad económica en un sueldo, una pensión, unos ahorros, etc.; buscamos la seguridad en el amor, en el matrimonio o en la pareja de hecho; buscamos la seguridad de nuestras ideas rodeándonos de amigos que piensen como nosotros, de cadenas de radio y televisión, de periódicos y revistas, de plataformas digitales próximas a nuestra forma de pensar; incluso, buscamos la seguridad de nuestro país votando al partido que más confianza nos da ignorando o descalificando las ideas de los partidos oponentes. Bien, pues todo eso no es más que “el orden”, el “Yan”, nos dirá Peterson.

De otra parte, frente a la seguridad del orden encontramos la excitación del caos, el “Yin”. Nuestra tendencia al caos nos lleva al entusiasmo por los fines de semana, por los puentes, por las vacaciones; el caos nos lleva a planear viajes imposibles, experiencias fuera de lo normal como nos ofrecen muchos deportes de riesgo como puenting, parapenting o paracaidismo; nos excita ver vídeos de bajadas interminables por las montañas nevadas como hombres-pájaro, sobre una tabla o sobre esquíes; la excitación por el caos nos llevará al sexo con riesgo, al consumo excesivo de alcohol o al consumo regular de estupefacientes; y, también por qué no, a algunos a trabajar horas interminables.

Lo que es extraño es que las personas cuando estamos en fase “Yan”, creemos que va a ser para siempre; y cuando estamos en fase “Yin”, también. Por otro lado, cuando nos sentimos seguros, confiados, nos mostramos alegres pero aburridos y deseamos que nos pase algo, que cambie la situación. Del mismo modo, cuando nos encontramos en situaciones excitantes durante mucho tiempo buscamos la seguridad del aburrimiento.

Y ese continuo pasar del “Yin” al “Yan”, y del “Yan” al “Yin”, nos sentimos vacíos, sentimos que nuestra vida no tiene sentido, que no merece la pena. Y, allí, en esa situación es muy fácil perder el control emocional y reaccionar desde la agresividad o desde la depresión. Esto no es más que el reflejo de nuestra dualidad como especie; por un lado, somos ángeles que podemos diseñar mundos nuevos y, por otro lado, no somos más que animales sujetos a leyes de la naturaleza como el hambre, la enfermedad o la muerte.

Por este motivo, Peterson y la corriente llamada psicología positiva nos recomienda que nos pensemos como seres ambiguos; nos recomienda que cuando nos sintamos seguros seamos capaces de pensar que somos inseguros, y que cuando nos sintamos excitados, sintamos que eso no dura para siempre. Así, nuestro objetivo en la vida no es la certeza del “Yin” o del “Yan”, sino la ambigüedad, aprender a mezclar ambas situaciones y así encontraremos la tan ansiada salud mental.