Opinión

La guerra en Ucrania, ominoso aniversario y algunas consecuencias

La invasión de Ucrania por parte de Rusia y la subsiguiente guerra cumple este viernes 24 de febrero de 2023 su primer aniversario y la intensidad del conflicto se recrudece por momentos. 

La invasión de Ucrania por parte de Rusia y la subsiguiente guerra cumple este viernes 24 de febrero de 2023 su primer aniversario y la intensidad del conflicto se recrudece por momentos. Sus consecuencias económicas de cara al futuro son impredecibles y dependerán de la duración e intensidad de la guerra.

Cada uno cuenta la feria según como le va y desde luego, en general, hay empresas que les está yendo bastante bien como, entre otras,  las petroleras, energéticas, bancarias, logísticas y dedicadas al lujo.

De cualquier manera, la inflación que viene generándose desde la segunda mitad de 2021, generada por políticas expansivas y por el aumento de demanda, con encarecimiento de materias primas, crisis de la energía y de suministros, así como otros factores, todo ello agravado por la guerra en Ucrania,  no va a ser fácil de dominar en el corto plazo y va a seguir erosionando la capacidad adquisitiva de los consumidores y aumentando los costes de producción de las empresas, de manera que normalmente podría tener también múltiples incidencias como, entre otras, aumento del desempleo, política monetaria continuando subiendo tipos de interés hasta que veamos la inflación del orden del 2 por 100, que está todavía muy lejos de una previsión de más del doble para 2023, quizás muy probablemente puede no estar del todo dominada incluso en 2024.  En este contexto, los préstamos hipotecarios a interés variable seguirán subiendo inexorablemente y en general se encarecerá todo tipo de endeudamiento personal o empresarial.

Volviendo con la guerra en Ucrania, las corrientes migratorias y sus impactos sociales y  económicos han generado del orden de 170.000 ucranianos acogidos en España, de los cuales unos 3.600 en Aragón. Continuando con el caso aragonés, las relaciones comerciales con Rusia y Ucrania son en general muy pequeñas de manera que por lo referido a importaciones y exportaciones las repercusiones son en general mínimas y marginales.   

Esperemos que reine la cordura, aunque está complicado, se llegue a un acuerdo y mesa negociadora cuanto antes para evitar que el conflicto se desborde, agrave e internacionalice desde la perspectiva militar ya que hay también potenciales amenazas de guerra nuclear, incluso accidental e involuntariamente,  lo que tendría efectos devastadores a todos los niveles, humano,  social,  ecológico  y para la economía.