Opinión

San Jorge, patrón de Aragón desde hace siglos

El 23 de abril es el Día de Aragón, pese a quien le pese, aunque algunos prefieran decir eso de que es una fiesta suya y tal y tal, y luego casi como deferencia residual digan que también se celebra en otros puntos de España intentando transformar la realidad a su antojo, porque simple y llanamente el 23 de abril es San Jorge, y le añadimos con propiedad y orgullo Día de Aragón

El 23 de abril es el Día de Aragón, pese a quien le pese, aunque algunos prefieran decir eso de que es una fiesta suya y tal y tal, y luego casi como deferencia residual digan que también se celebra en otros puntos de España intentando transformar la realidad a su antojo, porque simple y llanamente el 23 de abril es San Jorge, y le añadimos con propiedad y orgullo Día de Aragón, porque aunque ciertamente es patrono de muchos otros lugares y países dado el carácter universal de la historia y leyenda del santo, fue y se dio en nuestra tierra declarada su festividad como oficial por las Cortes de Aragón convocadas en Calatayud en 1461 por Juan II, con el fin de ser textualmente proclamada una “fiesta perpetua, guardada, observada y celebrada solemnemente”. Esa fue la confirmación, pero la relación de San Jorge con Aragón comenzó ya en el año 1096, con su ayuda prestada a las tropas aragonesas comandadas por Pedro I de Aragón, donde con su aparición e intercesión milagrosa en la batalla de Alcoraz, consiguió la reconquista de la ciudad de Huesca a los musulmanes.

Basándonos lo más fidedignamente posible respecto al patrón de nuestra Comunidad, San Jorge era oriundo de Capadocia y de familia acomodada. Casi con toda seguridad habría sido militar romano, quizás tribuno o legado, por lo que presumiblemente podría identificarse quizás con el tribuno qué, según Eusebio de Cesárea, durante la “Gran Persecución Cristiana” ordenada por Diocleciano en el 303, se opone al edicto de Galerio contra los cristianos de Nicomedia contra la persecución y matanza de los cristianos, convirtiéndose a dicha religión, por lo cual el gobernador Daciano, tras interrogarlo y exigirle que renunciase a su fe, le someterá a todo tipo de torturas, no consiguiendo nada, por lo que ordenó su ejecución.

Y según la tradición, tras su muerte se extiende rápidamente su culto, existiendo testimonios de que ya en el siglo IV se habían levantado iglesias dedicadas al santo en Siria y Palestina, Egipto, Grecia y Líbano, otorgándosele por la iglesia cristiana títulos varios como caballero o guerrero cristiano, o las expresiones latinas como Miles Christi (Soldado de Cristo), Equites Christi (Caballero de Cristo) y Bellator Domini (Guerrero del Señor). Sin embargo, será con las cruzadas cuando el culto del santo alcance su máxima difusión en Occidente, al ser el santo nombrado patrón de los caballeros y militares, dado que casi se podría concluir que la función más histórica y espiritual de San Jorge es la de recordar al mundo la fundamental idea de que el bien siempre vence al mal, esa eterna lucha contra el mal siempre presente en la historia humana…

Y dentro de la leyenda, donde se le atribuyen docenas de hechos a nuestro querido San Jorge, la leyenda más celebrada cuenta que para salvar la vida de la hija de un rey, aunque otras fuentes dicen que era una simple doncella, la cual diversas fuentes acreditan se llamaba Cleodolinda y era natural de Berito (actual Beirut, en el Líbano), acabó con su lanza con la vida de un dragón que la mantenía prisionera. Y mira tú que de esa milagrosa lanza matadragones surgió el “Lanzón”, ese delicioso postre pastelero que desde el año 82, y de la mano de Asociación de Pasteleros de Aragón, ofrece un excelente producto que lleva una base de bizcocho y puede ir relleno con crema de turrón, nata y yema tostada, siendo esos sus cuatro ingredientes de siempre, aunque según variedades y modernidades varias le añaden más o le quitan otros ingredientes, pero lo que no puede faltar en él es el típico adorno del cachirulo y la insignia de San Jorge, con el cual cada 23 de abril, celebramos el Día de Aragón, festividad del Orgullo Aragonés y todo lo que representa Aragón, algo que nunca debemos olvidar, porque forma parte de nuestra historia. San Jorge es el patrón de nuestra Comunidad ahora y desde hace siglos, y quien quiera tener un santo con el mismo nombre o cambiado que lo tenga, no somos avariciosos ni egoístas, pero siempre sabremos que para nosotros el verdadero San Jorge sigue siendo el nuestro, el de Aragón.