Aragón ha dado un rotundo giro a la derecha que permitirá al Partido Popular y a VOX, si aúnan fuerzas, el control de la mayor parte de las instituciones de la Comunidad, empezando por el Gobierno de Aragón, con Jorge Azcón como nuevo presidente. Estas dos formaciones, que pasan en las Cortes de sumar 19 escaños a nada menos que 35, han aprovechado la debacle de Ciudadanos, que entra en la historia de los comicios aragoneses como ejemplo de desastre electoral, al pasar de 12 escaños a un rotundo cero. El hundimiento de Ciudadanos, no por esperado, deja de ser menos asombroso.
Si la desaparición de Ciudadanos ha beneficiado la concentración del voto de la derecha, la división y el maremágnum de siglas en la izquierda ha provocado el efecto contrario, especialmente en el ámbito de la extrema izquierda. Podemos ha fracasado estrepitosamente en las urnas y no ha sabido rentabilizar su presencia en el Gobierno ni superar la desastrosa influencia nacional de su formación.
La caída de votos a la izquierda del PSOE ha impedido que Javier Lambán repitiera como presidente de la DGA, pese al meritorio resultado obtenido gracias a una clara rentabilización de su acción gubernamental fagocitando a sus socios y a una evidente toma de distancia con Pedro Sánchez, auténtico apestado para los principales barones socialistas. Por cierto, que el discurso con su valoración de los resultados –“un tsunami de la derecha”- ha sonado a despedida, lo que abriría el melón de su sucesión al frente del partido en un momento más que complicado.
Los vientos nacionales que han perjudicado a las izquierdas han contribuido al triunfo del PP y muy marcadamente al avance de VOX, que ha más que duplicado sus escaños en el Parlamento autonómico, en lo que también puede calificarse de rotundo éxito.
Teruel Existe, aunque ha defraudado las expectativas más optimistas, debe tener el justo reconocimiento a su entrada en las Cortes con 3 diputados, aunque no será -ni de lejos- el anunciado “clavico del abanico”. También CHA, que no ha sufrido el enorme desgaste de sus socios de Podemos, e IU, que mantiene su diputado, figuran entre los que han salvado los muebles.
En cuanto al Partido Aragonés, cuyas divisiones internas hacían prever su desaparición del arco parlamentario, mantiene su presencia en las Cortes, aunque sea con un diputado y así esta histórica formación continuará cuatro años más en la política regional.
En las ciudades, tanto grandes como medianas, el azul es el color mayoritario, con tres de tres en las capitales de provincia. Zaragoza seguirá en manos del PP con una Natalia Chueca que ve como su formación roza la mayoría absoluta. Huesca también tendrá alcaldesa popular con Lorena Orduna, gracias a que suma con VOX. Para completar triunfo popular y presencia femenina, Emma Buj repite al frente de la Alcaldía turolense y además reforzada por el incremento en 4 concejales a los 7 que tenía, lo que le permite la mayoría absoluta.
Y un pequeño apunte en clave nacional: las elecciones municipales, que a diferencia de las autonómicas se han celebrado en toda España, dan claras pistas de lo que puede ocurrir en las elecciones generales.
Más de un millón y medio de votos fueron la diferencia entre el PSOE y el PP, a favor de los primeros en toda España. Pues bien, los comicios que se acaban de celebrar en Aragón se suman a la tendencia general de lo que se considera un referéndum para el Gobierno de Pedro Sánchez y que apuntan a que también a nivel nacional se producirá el vuelco electoral. El PP de Feijóo ha superado al PSOE en más de 700.000 votos en los municipios españoles.
