Roberto García Bermejo. Director de Aragón Digital.
Tras la segunda cita electoral en lo que va de año, que ha condicionado la actividad institucional en el conjunto de España y, de forma especial, en Aragón, toca empezar a hablar de Gobierno regional. El nuevo encuentro de los aragoneses con las urnas, a las que han tenido que acudir -cortesía del estratega Pedro Sánchez- en un día más propicio para el asueto estival que para ejercer tan importante derecho ciudadano, ya ha terminado. Los aragoneses han cumplido votando con una muy alta participación pese a los calores de la jornada.
Ciertamente los resultados en el conjunto del Estado, aunque han supuesto un vuelco electoral en favor del PP y un nuevo paso hacia la recuperación del bipartidismo, abren un nuevo periodo de incertidumbre por la falta de una mayoría clara para la configuración del próximo Gobierno central. Las expectativas (demasiado optimistas) de los populares han quedado por debajo de lo esperado y el anunciado batacazo para el PSOE no ha sido tal.
VOX, pese a su bajada en diputados nacionales, se mantiene como tercera fuerza política en el Congreso, pero es insuficiente para el tan anunciado pacto de la derecha. Sumar no ha conseguido aunar todos los apoyos de la izquierda a los que aspiraba y, como Podemos hizo en Aragón, deja los socialistas con pocas opciones, aunque en España les queda el recurso de caer en manos de los separatistas para que Sánchez repita.
Toca a Alberto Núñez Feijóo mover la primera ficha como líder del partido más votado y esperar a ver los movimientos que se hagan desde el PSOE, y todo ello sin poder descartar una nueva convocatoria electoral.
Otra cita con las urnas debería ser la última de las opciones; pero en todo caso no debería ser disculpa para mantener ni un día más de los estrictamente necesarios sin conformar el nuevo Gobierno en Aragón. Además, en esta Comunidad los resultados han sido los esperados: el PP ha arrasado consiguiendo siete de los trece diputados en liza, el PSOE ha perdido dos diputados y se ha quedado en cuatro, mientras que VOX y Sumar han mantenido un diputado cada uno. Ha habido un gran batacazo, el de Teruel Existe, que pierde su congresista y sus dos senadores.
En Aragón sus ciudadanos han vuelto a votar derecha representada en los ocho diputados del PP y VOX. La izquierda se ha quedado en cinco diputados.
Así que, aunque la conformación del Gobierno de España pueda convertirse en los próximos días en una jaula de grillos, en Aragón la situación es clara y por tanto la puesta en marcha del nuevo Gobierno debe ser inmediata. Los aragoneses no se merecen ni un día más de gobierno regional en interinidad.