El GRS, el cuerpo de élite de la Guardia Civil, siempre listo para la emergencia

El GRS de la Guardia Civil sirve de apoyo para las distintas unidades de la Benemérita en todo el territorio español
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El Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil son los agentes élite del cuerpo. Un apoyo para las distintas unidades de la Benemérita en todo el territorio español. Sus misiones, muchas de ellas de extremo peligro, van desde evitar el pillaje en las áreas evacuadas por la erupción del volcán en La Palma hasta velar por la seguridad en una central nuclear.

Existen ocho grupos por toda España. El número 5 se encuentra en el barrio rural de Casetas y abarca todo Aragón, la Comunidad Foral de Navarra, La Rioja y la provincia de Soria. Bien cabe señalar que sus trabajos se dan donde se les necesita y que son comunes sus viajes por todo el territorio español e, incluso, en el extranjero.

En el grupo de Casetas, el capitán Andrés Benito Polo coordina la labor de su equipo. “Dependemos de la Agrupación de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil en Madrid y formamos parte de la Reserva Especializada del Mando de Operaciones de la Dirección general del cuerpo. Es la unidad de reserva más grande la Benemérita. Usada para su uso temporal y concebida y preparada para apoyar a otras unidades del cuerpo”, explica Benito.

En la actualidad, 1.800 agentes componen esta unidad de élite

En la actualidad, 1.800 agentes componen esta unidad de élite, organizados en ocho GRS: el 1 en Madrid, el 2 en Sevilla, el 3 de Valencia, el 4 en Barcelona, el 5 en Zaragoza, el 6 en León, el 7 en Pontevedra y el 8 en las Islas Canarias.

Su principal misión, la que entronca el resto de los trabajos, es el establecimiento del orden público y de la seguridad ciudadana. “Ese fue el espíritu con el que se creó la unidad en 1988”, ha añadido el capitán. Entre sus últimos trabajos destacan la participación en las labores de seguridad en la huelga del metal en el Campo de Gibraltar.

También realizan funciones de escolta a autoridades de rango nacional e internacional, tanto dinámica como estática. Son comunes sus trabajos de protección a altos cargos, desde Casa Real a visitas de grandes mandatarios internacionales.

“También participamos o proporcionamos seguridad a las altas autoridades nacionales e internacionales en, por ejemplo, cumbres políticas o visitas de mandatarios como la visita del expresidente americano, Barack Obama, en 2015, donde dimos seguridad a la embajada americana en Madrid. También proporcionamos seguridad tanto en su vertiente estática o dinámica a la Casa Real española. Conocemos Marivent, el Valle de Arán, el palacio de la Marismilla en Doñana, o La Mareta en Tenerife”, ha explicado el capitán del GRS de Zaragoza.

El grupo es un equipo profesional dispuesto a darlo todo en una situación de emergencia

Su papel de escolta fue muy determinante en las últimas décadas de protección a personas amenazadas por la banda terrorista ETA. Dentro de su labor internacional, este cuerpo de la Guardia Civil dio protección a la embajada de España en la ciudad de Jerusalén.

Trabajo en catástrofes

En el trabajo de protección civil, se ve a los GRS en grandes acontecimientos tanto sociales como en los problemas generados por la fuerza de la naturaleza. Sin ir más lejos, son los encargados de la seguridad en los grandes eventos donde se concentra una gran multitud de personas y en las que podría producirse en cualquier momento un peligro. Esta unidad trabajó en la tragedia del Camping Las Nieves en Biescas en 1996 localizando cadáveres, también en las inundaciones acaecidas en La Palma en 2018 en las que murieron once personas.

Su entrenamiento, en el que hay que superar exigentes pruebas físicas, se constituye día a día. “Hay que superar un curso de capacitación en el Centro de Adiestramientos Especiales con pruebas tanto físicas como psicotécnicas. Otra norma es que hay que superar el 1,75 para poder entrar. Se presenta muchísima gente y se elige a los mejores”.

Su principal misión es el establecimiento del orden público y de la seguridad ciudadana

Una vez que has pasado las pruebas y eres uno de los afortunados hay que realizar un curso de especialización de cinco semanas a modo, según explica el capitán del GRS de Zaragoza, “de primera capa de imprimación”. Sin embargo, el adiestramiento es a diario. “En nuestra unidad, día a día, tenemos un reciclaje”.

Por ejemplo, estos agentes poseen formación sobre cómo actuar en catástrofes nucleares, radiológicas, químicas y biológicas. La unidad de Zaragoza tiene como obligación preservar la seguridad de la central nuclear de Ascó en Tarragona. Como últimos casos, los GRS de Zaragoza también están participando en la seguridad en la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma. Sobre todo, en evitar pillaje en las viviendas ahora vacías en las zonas evacuadas.

Dentro de la labor de protección civil destacan también sus labores de seguridad en la valla de Melilla en la que, según ha explicado, “se realizaron trabajos de impermeabilización en la primavera”. El capitán explica que se les activó de urgencia una vez que la presión migratoria fue de “urgencia” y que en un día ya se habían trasladado allí a dar apoyo al GRS de Sevilla, los que se encargan en una situación normal de la seguridad de la ciudad autónoma de Melilla.

También se ha podido ver a este grupo en labores de apoyo en intervenciones de viviendas en las que se está cometiendo un delito de grandes magnitudes. Las últimas entradas de domicilios se han dado en Cataluña donde se han desmantelado organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas o incluso de trata de seres humanos.

Su material de actuación, al igual que sus misiones, varía dependiendo de la acción que van a realizar. Si van a prestar un servicio relacionado con el orden público, los agentes portarán equipos de protección individual antidisturbios. Si tienen una misión de investigación judicial relacionado con un asalto a una vivienda, estarán protegidos con escudos y cascos balísticos y chalecos antibalas.

El GRS, un equipo profesional y dispuesto a darlo todo de sí mismo en una situación de emergencia. Desde el barrio rural de Casetas para todo el territorio nacional e internacional donde se les necesite.