Gracia reconoce que no ha conseguido que el mensaje de consumo responsable "cale entre la ciudadanía"

La concejal delegada de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, ha cerrado la ronda de balances de los departamentos que el equipo de gobierno ha estado ofreciendo sobre su gestión en este mandato. De estos cuatro años, Gracia se queda con el desarrollo de las cláusulas sociales de género, el impulso al comercio de proximidad, el hecho de hablar de otros tipos de violencia machista y la inclusión de la diversidad afectivo-sexual dentro de las líneas políticas, para que las políticas municipales fueran totalmente inclusivas, sin dejar fuera a nadie por motivos de sexo, género, identidad orientación o expresión sexual.

Y como uno de los logros del Departamento, Gracia ha destacado la remunicipalización del servicio de Atención a Víctimas. “No hemos salido en los medios, ni montado follones en el Pleno, pero lo hemos conseguido”, ha remarcado. Y es que se trata de un servicio que llevaba desde 2011 sin contrato, en reconocimientos de obligación porque el Justicia ya dijo que esta atención “no podía ser realizada por una empresa externa”. La concejala ha explicado que intentaron negociarlo con los grupos de la oposición, “pero no tenían la mínima intención”. Sin embargo, “el juez nos dio la razón y ahora las cuatro trabajadoras ya son personal laboral”.

Como “pendientes”, Gracia reconoce que no ha conseguido que el mensaje de consumo responsable “cale entre la ciudadanía”. Tampoco el concepto de ciudad educadora, “entiendo que es abstracto y creo que no he sabido trasladarlo como debía”. Finalmente, lamenta que el comercio intercultural haya conseguido la importancia deseada “porque nos parece fundamental ya que está en nuestros barrios y es un foco de protestas racistas que debemos trabajar”.

En marcha y con la idea de sacarlo adelante próximamente es la apertura de los patios escolares por las tardes, tener los datos desagregados por sexo “porque las políticas en inclusión social y laboral tienen un sesgo de género muy importante, y es que están siendo utilizadas básicamente por hombres”, ha apuntado Gracia. Tener estos datos, ha apuntado, “nos permitirá revisar el convenio para que las mujeres puedan también acceder”. En tercer lugar, el programa Zaragoza 16, un proyecto enmarcado en Plan Joven para facilitar a las personas que cumplen 16 años, el acceso gratuito a 16 actividades culturales o deportivas de la ciudad. “Es como dar la bienvenida a los jóvenes a la transición a la vida adulta”, ha explicado la edil de ZeC.

Gracia también ha destacado los programas que han supuesto “una gran sorpresa” por la repercusión generada. En primer lugar, la campaña No es No, que pusieron en marcha el mismo año de su llegada al Gobierno, en 2015, con motivo de las Fiestas del Pilar y que ha conseguido “empezar a transformar a la sociedad desde dentro”. Y por otro lado la iniciativa “Dar el pecho es un derecho”, que surgió cuando expulsaron a una mujer de una piscina por amamantar a su hijo. Se decidió entonces una jornada de puertas abiertas a las piscinas municipales para madres lactantes “y nos llamaron hasta medios internacionales”. En tercer lugar, Gracia se ha referido al fomento del lenguaje inclusivo, “que también ha dado mucho de qué hablar”.

Respecto a la dotación presupuestaria, la inversión en políticas de igualdad ha subido un 61% respecto a 2014, pasando de los 612.057 euros de aquel año a los 984.814 que se ejecutaron en 2018. Los fondos para apoyar al comercio de cercanía se han multiplicado de forma exponencial, de los 100.000 euros de 2015 hasta los 620.000 euros actuales. El Patronato de Educación y Bibliotecas ha reforzado su presupuesto en un 28%, pasando de nueve millones a 11,6, y también el Servicio de Educación ha crecido de los 141.245 euros hasta los 301.000. Por su parte, el Servicio de Juventud ha incrementado su dotación en un 40%, con una evolución creciente desde los cuatro millones de 2015 a los 5,6 en 2019.

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