Como cada 5 de marzo, es fiesta local en Zaragoza: es el día de la Cincomarzada. Se trata de un acontecimiento celebrado anualmente como fiesta popular de la capital aragonesa para conmemorar un enfrentamiento durante la guerra carlista entre zaragozanos y las tropas carlistas que intentaban tomar la ciudad, y que tuvo lugar entre la madrugada y la mañana del 5 de marzo de 1838.
Hace más de 180 años, Zaragoza era un punto estratégico de comunicación directa entre Cataluña y el País Vasco, lo que permitía a los carlistas tener una conexión directa con ambos territorios. Fue entonces cuando cerca de 3.000 soldados comandados por el general Juan Cabañero asaltaron Zaragoza entrando por dos de sus puertas: la Puerta del Carmen y la Puerta de Santa Engracia.
La voz de alarma recorrió las calles de la ciudad. Los combates se extendieron por el casco urbano de la capital maña y, aunque los atacantes creían que la conquista sería fácil por las escasas tropas que defendían la ciudad, los zaragozanos respondieron con una importante ofensiva. Armados de utensilios de cocina, armas de caza y productos del hogar, lograron evitar la toma de Zaragoza, obligando a las tropas carlistas a replegarse y a huir de la ciudad.
Esta huida esconde una divertida anécdota en la que se cuenta que el general Cabañero, en su entrada magistral a Zaragoza el 5 de marzo, pidió una taza de chocolate caliente. Sin embargo, se rumorea que nunca pudo probar su delicioso sabor, ya que se vio obligado a huir rápidamente de la ciudad. Dos años más tarde, Cabañero volvió a entrar en Zaragoza, esta vez, en el bando de Isabel II. Al verlo, los zaragozanos lo convirtieron en el objeto de sus burlas ya que, cuando lo veían por la calle, le gritaban: "¡Cabañero, que se te ha enfriado el chocolate!".
SIEMPRE HEROICA
La valiente actuación de los zaragozanos no solo consiguió frenar la ocupación carlista. Con motivo del levantamiento, la regente María Cristina, en nombre de su hija, Isabel II, le concedió a Zaragoza el título de “Siempre heroica”, el cual comparte a día de hoy lugar junto con otros cinco: Muy noble, Muy leal, Muy heroica e Inmortal.
Además, este mismo escudo fue enmarcado por una corona de laurel, que más adelante se convertiría en una corona híbrida de laurel y palma. Más allá del escudo de la ciudad, la capital aragonesa estampó tal acontecimiento en dos de sus calles: la calle Cinco de Marzo, situada en el centro de la ciudad, y la de Capitán Esponera, cercana a aquella Puerta del Carmen por la que se intentó colar el ejército carlista.
LOS CAMBIOS DE LA CINCOMARZADA
Desde entonces, para conmemorar este hecho, la ciudad de Zaragoza realizaba diferentes actividades en la arboleda de Macanaz, aunque no fue hasta la Primera República cuando el 5 de marzo se marcó como festivo en el calendario. Sin embargo, fue suprimido en 1937 cuando el Ayuntamiento franquista de la ciudad decidió anular la fiesta.
No obstante, a partir de la llegada del primer ayuntamiento democrático en 1979, se recuperó esta importante festividad para Zaragoza convirtiendo el Parque del Tío Jorge como un enclave para festejar los actos oficiales. Actualmente, la Cincomarzada es un imprescindible de Zaragoza en el que familias, niños y peñas se reúnen en este entorno del barrio Arrabal, comparten comida y bebida. Todo ello amenizado con buen ambiente, música y juegos para conmemorar la inolvidable batalla entre zaragozanos y carlistas.