La falta de un equipo de fútbol en la élite y su clima extremo, principales debilidades de Zaragoza

El Real Zaragoza acumula ya ocho años seguidos en Segunda División
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El Gobierno PP-Cs ha presentado en el Consejo de Ciudad el análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (DAFO) realizado por la Oficina de Proyección Exterior del Ayuntamiento de Zaragoza, que orientará las acciones futuras dirigidas a convertir a la capital aragonesa en un foco de atracción turística y económica. Entre las principales debilidades destaca, entre otras, la falta de un equipo de fútbol en Primera y el clima extremo en inviernos y veranos. Entre sus fortalezas resaltan su ubicación geoestratégica y su competitividad.

Este estudio, en el que han colaborado más de sesenta entidades, ofrece una radiografía actualizada de los principales valores de la ciudad, que destaca su buena ubicación, el carácter acogedor, la calidad de vida o la multiculturalidad, además de por sus precios competitivos, la seguridad, la sostenibilidad o el valor patrimonial.

La vicealcaldesa y consejera de Cultura y Proyección Exterior, Sara Fernández, ha dado cuenta de este análisis a los miembros del máximo órgano de participación de Zaragoza, reunido de forma telemática y presencial en el salón de plenos del Ayuntamiento. Este es el tercer Consejo de Ciudad celebrado este año, después de que el pasado mes de febrero se celebraran dos sesiones independientes para explicar los presupuestos municipales y presentar el Plan de Comercio Local.

Fortalezas y debilidades

En el apartado de fortalezas, el estudio destaca la ventaja competitiva de la ciudad, en función de su ubicación geoestratégica, la seguridad para el residente y el visitante o la comodidad en su movilidad interna. Valora, además, todo el potencial universitario y formativo, el éxito del turismo de congresos, la gran experiencia de la Feria de Zaragoza, la paz social entre los agentes sociolaborales, la industria de la ciudad y de su área metropolitana, así como el entorno paisajístico singular y diferencial.

En el otro lado de la balanza, se sitúan las debilidades. Aquí se ha detectado una comunicación históricamente deficiente de la imagen de la ciudad y su asociación como “ciudad de paso”, que concentra su capacidad de atracción en el turismo religioso o sentimental de la Basílica del Pilar, además de una descoordinación institucional en la proyección de la ciudad, en particular entre el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.

Asimismo, resalta la débil cooperación público-privada, la referencia perdida de grandes eventos y conciertos, la ausencia de un equipo de fútbol en la élite, la debilidad geopolítica de la región y la falta de articulación del área metropolitana. A lo que se suma su conocido clima extremo de invierno y verano.

Amenazas y oportunidades

La otra parte del DAFO se centra en el análisis de los elementos externos. En este aspecto, las amenazas hacen referencia a aquellos factores que afectan de manera negativa a la imagen de la ciudad. Aquí destaca la percepción negativa de sus propios habitantes, lo que hace que los zaragozanos no ejerzan como embajadores.

Además, la visión de la capital aragonesa se une exclusivamente al aspecto patrimonial y no integra el concepto de modernidad. A todo esto se suma el declive de los polígonos industriales, la necesidad de adaptar digitalmente al comercio minorista o la incertidumbre post-Covid.

Al otro lado se sitúan las oportunidades. Destaca, por ejemplo, la necesidad de asociar la imagen de la ciudad con Goya, con el concepto de ciudad de cine, de innovación o la marca Zaragoza Medical City.

En análisis concluye también que estas oportunidades deben encaminarse hacia el fomento de nuevos enfoques turísticos, como el idiomático, el gastronómico y el deportivo, a lo que se ligan los nuevos operadores de Alta Velocidad que facilitarán la conexión turística con la ciudad.

Propone también potenciar una red de embajadores de ciudad y lobby de zaragozanos en el exterior; la promoción de Zaragoza como living lab de proyectos innovadores; apostar por Zaragoza como capital natural del Valle del Ebro; y el fomento de industrias creativas y culturales para dotar de contenidos.