Los parques se convierten en la mejor fuente de energía para los zaragozanos

Los parques se han convertido en una vía de escape para los ciudadanos
photo_camera Los parques se han convertido en una vía de escape para los ciudadanos

El buen tiempo siempre viene acompañado de nuevas oportunidades y experiencias. Las limitaciones de movilidad y las restricciones en establecimientos cerrados han supuesto que sean muchos los zaragozanos que viajando en el tiempo hayan vuelto a aquellos años en los que los parques se convertían en la perfecta actividad para que toda la familia disfrutara.

Ahora más que nunca, y todavía más cuando se cumple un año del ecuador del confinamiento, el aire libre es uno de las aspiraciones que los zaragozanos más anhelan. Por ello son muchos los que eligen esta vía para pasear con sus hijos, recibir la energía del sol y del viento y ver disfrutar a los perros.

“Es casi donde mejor podemos estar y, si tenemos cuidado, no hay riesgo”, ha reconocido una madre de familia mientras veía como sus hijos corrían detrás de unas palomas. Los parques se convierten así en una vía de escape y en una oportunidad para disfrutar de las actividades más tradicionales; como en parque del Tío Jorge, donde las canchas de baloncesto o los clásicos juegos del escondite llenan cada una de sus esquinas.

Pero no siempre es necesaria la actividad física. Cada vez son más los privilegiados que pueden disfrutar de las vistas del José Antonio Labordeta desde lo más alto del parque. O los más ansiosos, que no tienen problema en madrugar para vislumbra los colores del amanecer.

Cansados de la tecnología y de mirar a través de la ventana, los parques se han vuelto a convertir en la energía que los zaragozanos necesitan para continuar teniendo esperanza. Porque como ha reconocido una familia, “entre otras cosas, es lo que nos mantiene conectados”.