Zaragoza rinde un sentido homenaje a los voluntarios fallecidos en el último año

El homenaje a los voluntarios fallecidos ha tenido lugar en el cementerio de Torrero
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Zaragoza ha rendido un sentido homenaje a los quince voluntarios municipales fallecidos en el último año en el acto de recuerdo que cada año se celebra en esta fecha en el antiguo cementerio de Torrero. El consejero de Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo, ha presidido la conmemoración, acompañado por un nutrido grupo del cuerpo municipal de Voluntarios por Zaragoza, y por representantes de los grupos municipales, en un acto cargado de emoción en recuerdo por los que ya no están. En primer lugar, Rodrigo ha saludado a los familiares en la capilla de Yarza, a la entrada del camposanto que ha servido de punto de encuentro para todos los participantes. Desde allí ha salido la ofrenda floral que, en comitiva y flanqueados por los voluntarios, ha recorrido la parte antigua del cementerio hasta llegar a la plaza del Voluntariado, donde ha comenzado el acto dirigido por Conchita Cobos. El consejero de Participación, Javier Rodrigo, ha tenido unas palabras de reconocimiento para los voluntarios que de forma desinteresada y altruista prestaron siempre que pudieron su ayuda a la ciudad. “Quiero mostrar mi agradecimiento, mi respeto y mi admiración a toda la labor realizada por todos esos voluntarios que, a pesar de que no están con nosotros, han sido un gran activo para hacer de nuestra ciudad un lugar más humano y cercano”, ha manifestado. “Sentimos cariño y orgullo por todos vosotros y vosotras”, ha añadido, antes de hacer una mención especial a los familiares de Ana Aznar, quienes nunca faltan a esta cita. Precisamente esta celebración se hizo por primera vez en 2013 en el primer aniversario del fallecimiento de esta trabajadora de la Oficina del Voluntariado. Desde entonces, se ha celebrado en memoria de todos los voluntarios, a excepción del 2020 por impedimento de la pandemia. Tras las palabras del consejero, los asistentes han depositados flores en la escultura de la Paloma, un ramo de claveles por cada uno de los quince voluntarios fallecidos durante el último año, mientras la conductora del acto leía en alto sus nombres, antes de proclamar el poema de José Hierro incluido en la antología “Alegría”, que dice: “aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría, no podrá morir nunca”. El acto ha estado amenizado también la soprano Vanesa García, acompañada al órgano por Oscar Carrera, ambos son trabajadores del Servicio de Educación del Ayuntamiento de Zaragoza.