Tras el inicio de una primera fase de restitución paisajística y urbanística del entorno de la ribera del Huerva entre el puente Blasco del Cacho y el puente del Emperador Augusto, el Ayuntamiento de Zaragoza ha dado a conocer cuales serán las características del entorno fluvial a su paso por la Gran Vía, la calle Miguel Servet y su desembocadura en el Ebro. Se trata, en concreto, de la segunda fase de regeneración que tendrá una inversión de casi 14 millones de euros. Por ahora, ya se han solicitado ayudas europeas de hasta cuatro millones de euros para llevarlo a cabo.
En estos momentos, los trabajos correspondientes al primer tramo se están llevando a cabo de la mano de colectivos vecinales, sociales y medioambientales. En ellos se está planificando y coordinando con el resto de áreas cuáles serán los trabajos a desarrollar. Precisamente, esa primera fase ya recibió 1.598.705 euros de la anterior convocatoria de fondos europeos.
"Esta inversión cambiará la relación de los zaragozanos con el río. Pasará de ser un accidente geográfico degradado a un espacio integrado en el urbanismo de la ciudad para el disfrute por todos. Es una deuda histórica con un cauce fluvial olvidado y maltratado durante décadas y que se va a recuperar desde el punto de vista medioambiental y ciudadano”, ha afirmado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.
PRINCIPALES MEJORAS
Las principales acciones de esta nueva fase del proyecto se centrarán en una restauración hidromorfológica, la gestión de especies de flora alóctonas, la generación de hábitats para la fauna autóctona, la restauración de la vegetación de ribera y de las zonas ajardinadas que conectan el espacio urbano y con el fluvial y, por último, la mejora de la accesibilidad para la población al espacio ribereño.
De esta forma, se mejorará el estado ecológico del río, se reducirá la peligrosidad de las inundaciones y se eliminará o reducirá significativamente el número y peso de las especies exóticas. Además, se incrementará al resiliencia contra plagas y el cambio climático, ya que también se reducirá el efecto de isla de calor.
En definitiva, el objetivo general del proyecto al completo es restaurar estos dos tramos urbanos del río Huerva a su paso por Zaragoza y las zonas ajardinadas próximas a éstos, así como crear unas condiciones idóneas de hábitat para la biodiversidad asociada. Con estas actuaciones, unidas a la mejora de la accesibilidad a estos espacios, se pretende que la ciudadanía de Zaragoza disponga de unos espacios de dispersión y ocio en los que pueda conectar con la naturaleza.
