Guerra a la procesionaria, enemiga de las mascotas: recomendaciones y precauciones a seguir

La procesionaria puede provocar reacciones alérgicas en humanos y, sobre todo, entre las mascotas
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A lo largo del último año, el Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes ha puesto en marcha una innovadora Estrategia de Sanidad Vegetal que ha conseguido disminuir drásticamente la presencia de procesionaria en los parques y zonas verdes de Zaragoza. Si en el ciclo 2021-2022 se retiraron de los árboles de la ciudad más de 9.000 bolsones, este año el número ha caído a una quinta parte y se han retirado alrededor de 1.800.

La procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) es una “visitante” habitual en parques y jardines de toda España en esta época del año y Zaragoza no es una excepción. Durante la última fase del ciclo biológico de este lepidóptero, cuando consigue bajar de los pinos (el árbol en el que se desarrolla), puede provocar reacciones alérgicas en humanos y, sobre todo, entre las mascotas, debido a sus pelos urticantes. Sólo en su ámbito urbano Zaragoza tiene más de 15.000 pinos, de los cuales 7.000 ejemplares están en el viario.

La estrategia desarrollada en Zaragoza, que ha contado con la colaboración de especialistas en Gestión Integrada de Plagas, se enmarca además en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), concretamente en relación con el número 3, “Ciudad y Salud”: "Reducir sustancialmente el número de muertes y enfermedades producidas por productos químicos peligrosos y la contaminación del aire, el agua y el suelo”. Esto significa que se han utilizado en todo momento productos no dañinos para el medio ambiente ni para el resto de especies.

RECOMENDACIONES

Si tienes mascota, debes seguir esta serie de recomendaciones y precauciones. Conviene evitar en todo momento el contacto con las orugas, especialmente en los meses de febrero hasta abril; evitar transitar por zonas de pinares donde se hayan colocado carteles de aviso; mantener a los animales domésticos controlados en todo momento para evitar su contacto.

También inciden en respetar los elementos que se han colocado para el control de la plaga, como cajas nido, trampas, etc. Y, por último, en caso de que un animal doméstico haya tenido contacto con las orugas, acudir al veterinario antes de que se agraven los daños.