El nuevo hospital privado de Zaragoza avanza según lo previsto y estará en marcha en 2024

Nuevo hospital privado en la prolongación de Gómez Laguna
photo_camera Ya están listas las estructuras de cimentación y contenciones, la planta baja y una parte del primer y segundo piso

Las obras del nuevo hospital privado Quirónsalud de Zaragoza avanzan según los plazos previstos y el nuevo equipamiento sanitario estará en marcha en el primer semestre de 2024. De momento, se ha finalizado ya la planta baja y una parte del primer y segundo piso.

Este centro, situado en la prolongación de la avenida de Gómez Laguna, tendrá más de 250 camas y 135 consultas externas. Además, contará también con 26 camas UCI, 14 de adultos y 12 pediátricas y neonatales.

El responsable municipal de Urbanismo, Víctor Serrano, ha destacado que cuando estén listas las obras el Ayuntamiento “acompasará” la infraestructura con una zona verde de más de 2.000 metros de cuadrados en los alrededores del nuevo centro.

“Es una obra icónica. Será el tercer hospital más importante de Aragón. El primer hospital privado más importante y el tercero más important después del Servet y del Clínico”, ha subrayado durante una visita a las obras, acompañado por la responsable municipal de Servicios Públicos, Natalia Chueca.

Por su parte, Chueca ha resaltado que es “una muy buena noticia” para muchos zaragozanos, dado que ayudará a aliviar los problemas que hay en Sanidad “con largas listas de espera, ya que Aragón es la Comunidad autónoma con peores ratios”.

DESARROLLO DE LAS OBRAS

Aspecto que presenta el nuevo hospital privado en la prolongación de Gómez Laguna

En los próximos meses, los operarios continuarán trabajando en la finalización de toda la estructura, además de ir avanzando, de forma paralela, en la impermeabilización de las cubiertas, en el saneamiento y en el cierre de la fachada en las áreas ya terminadas.

En la construcción del futuro hospital de Quirónsalud Zaragoza, se ha tenido en cuenta su emplazamiento para lograr un mayor aprovechamiento solar y proteger las zonas sensibles del cierzo y de la contaminación acústica. Con este objetivo, se ha optado por un diseño pasivo del edificio para optimizar el comportamiento energético, así como por la incorporación de materiales que maximizan el aislamiento térmico y acústico.